El alcalde electo de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, presentó las primeras conclusiones del proceso de empalme con la administración de Juan Carlos Cárdenas. Al parecer, identificó 50 alertas sobre presunta corrupción.
Los hallazgos se dieron en las dependencias de Infraestructura, Desarrollo, Hacienda, Educación, Área Metropolitana, Acueducto Metropolitano de Bucaramanga e Instituto Municipal de Cultura, entre otras.
“Los hechos se relacionan a contratación, inventario, mantenimiento de bienes inmuebles, riesgo fiscal, retrasos y adiciones en obras públicas”, manifestó el mandatario en sus redes sociales este miércoles 6 de diciembre.
En todo caso, Juan Carlos Cárdenas ha defendido su gestión ante los recientes cuestionamientos y, públicamente, ha dado cuenta de una lucha contra la corrupción en las organizaciones que comanda.
“Mi compromiso desde campaña fue garantizar que la plata se invirtiera para beneficiar a los bumangueses y no se la robaran. Así lo hemos hecho y lo haremos hasta el último día”, dijo en su cuenta de X.
Las quejas
Beltrán informó que, en el Área Metropolitana, durante el 2023, se firmaron 1.130 contratos de prestación de servicios por más de 16 mil millones de pesos. Sin embargo, sembró varias dudas sobre su funcionamiento.
Supuestamente, tiene argumentos para probar la presunta existencia de “contratos fantasmas”, dado que las firmas de los beneficiarios no coincidirían con varios documentos a los que le pusieron la lupa sus delegados.
También advirtió sobre la posible existencia de 175 bienes muebles adquiridos con recursos de la sobretasa ambiental que suman más de mil millones de pesos, entre ellos 14 vehículos, y se desconocería su estado actual.
En esta misma cartera, habló del probable riesgo de pérdida de la gestión catastral por el supuesto incumplimiento del plan de mejoramiento SNR, además de otros sucesos que presentará ante los organismos de control.
En el sector educativo, el alcalde electo mencionó que en la vigencia de 2023 las instituciones no tuvieron conectividad. De igual manera, que un CDI no fue puesto en funcionamiento y habría sido condenado al abandono.
Por su parte, la Dirección de Tránsito de Bucaramanga encendió las alarmas por el posible hurto de 3.000 automotores que estaban bajo su cuidado. Las autoridades judiciales ya rastrean el supuesto hecho delincuencial.
El presunto robo masivo se identificó tras una inspección de varios meses en los garajes a donde llegan los vehículos inmovilizados por múltiples infracciones cometidas en las calles de la capital de Santander.
Un equipo jurídico y operativo de la administración les puso la lupa a los archivos y se dio a la tarea de cotejar los números en los patios, concluyendo que habría desaparecido una alta cantidad de carros.
Así lo anunció el director de Tránsito de Bucaramanga, Carlos Bueno: “He puesto en conocimiento de las autoridades judiciales y de Policía un robo exprés en los patios. Detectamos una faltante de tres mil vehículos”.
Las primeras investigaciones pondrían a la vista una acción delincuencial sofisticada en la que sujetos desconocidos habrían agarrado los automotores de manera selectiva, sin llamar la atención de los inspectores.
En la lista de afectados aparecen vehículos y motocicletas que están en los inventarios y documentos oficiales, pero no fueron identificados dentro de las instalaciones de la Dirección.
El alcalde Juan Carlos Cárdenas instó a la entidad a presentar una denuncia ante la Fiscalía General de la Nación, para que sea la encargada de establecer si hubo un robo en los patios y, de ser así, identificar a los posibles responsables.
Él reiteró en sus redes sociales: “El inventario de la base de datos de la Dirección de Tránsito de Bucaramanga no coincide con lo encontrado físicamente. Deben iniciar urgente las respectivas investigaciones”.