Como Wilson Manrique Flórez fue identificado el interno que falleció en las últimas horas en el Hospital Universitario de Santander (HUS) en Bucaramanga, luego de presentar un cuadro de tuberculosis.
Desde 2018, Manrique Flórez se encontraba privado de la libertad en la cárcel Modelo de la capital santandereana, purgando una condena de 17 años y cuatro meses por el delito de homicidio. Sin embargo, debido al deterioro de su salud, el pasado viernes 10 de marzo tuvo que ser remitido hacia el HUS, donde permaneció sus últimos días de vida.
De acuerdo con el defensor de los derechos carcelarios, Hernando Mantilla, en el HUS están siendo atendido otros tres internos, quienes se encuentran en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y 12 más se encuentran bajo observación en el centro penitenciario, ubicado sobre la calle 45.
“Las personas que presentan los síntomas de esta enfermedad están aislados del resto de internos. Desde ayer (jueves 23 de marzo) se inició una brigada de salud en todos los patios de la cárcel, para buscar a gente que pueda tener la bacteria. Porque los internos a sabiendas que están enfermos, no salen para ser tratados; ellos se esconden para que no les quiten las visitas y otros beneficios que tienen en los patios”, explicó Mantilla.
Entre tanto, el cuerpo de Wilson Manrique Flórez llegó a la morgue de Medicina Legal en Bucaramanga, donde será entregado a sus dolientes.
Precisamente, este viernes 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis, “enfermedad causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que ataca especialmente a los pulmones”, según Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Sin embargo, es probable que ataquen otras partes del cuerpo, como los riñones, la columna vertebral y el cerebro. “Si no se trata apropiadamente, la tuberculosis puede ser mortal. En el pasado, la tuberculosis llegó a ser la causa principal de muerte en los Estados Unidos”, añade.
De acuerdo con Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la OMS, “la tuberculosis es prevenible, tratable y curable y, sin embargo, esta lacra ancestral que aqueja a la humanidad desde hace milenios sigue causando sufrimiento y muerte a millones de personas cada año”.
Es por esto que la comunidad médica y científica se une con el fin de concientizar a la población sobre la importancia de prevenir y tratar esta enfermedad, que deja secuelas sanitarias y sociales a su paso y para muchos, considerada como una epidemia.
Ahora, según datos de Vigilancia y Análisis del Riesgo en Salud Pública, Colombia, a corte de primer bimestre de 2023, presenta un total de 1.230 casos. De los casos reportados en lo corrido del año, el 13,3 % corresponden a la ciudad de Medellín, dejando en segundo lugar a Cali con un 8,2 %, Barranquilla con un 7.3 % y Santander con un 5.0 %.
Esta enfermedad infecciosa ataca con gran fuerza a pacientes diagnosticados con VIH y con sistemas inmunológicos debilitados, principalmente. Y es considerada un problema de salud pública a la que se debe poner la lupa, ya que incluso de esos 1.230 casos, el 4,07 % corresponde únicamente a habitantes de calle.
Por esto, el Doctor Carlos Pérez, médico infectólogo y fundador de Infectoweb (portal educativo especializado en diferentes áreas de la salud) manifiesta que “es fundamental articular la gestión colaborativa entre los programas de TB, VIH y enfermedades infecciosas para lograr el abordaje y el manejo integral de las enfermedades”.