Mauricio Hernández Castaño fueron uno de los tantos colombianos que en el 2020 fue diagnosticado con Covid-19, la pandemia que marcó la historia con un antes y un después. Aunque este hombre logró superar la enfermedad, su vida no volvió a ser igual.

Dos años después, las secuelas del coronavirus comenzaron aparecer. Hernández Castaño, de 50 años, fue diagnosticado con una nueva enfermedad, fibrosis pulmonar; según los expertos, este padecimiento lo desarrolló a raíz del covid. Esta enfermedad obligó a Mauricio Hernández a depender de una bala de oxígeno para realizar las actividades cotidianas.

Primer trasplante de pulmón en Santander. | Foto: FCV.

Hace tres meses Mauricio llegó a Bucaramanga (Santander), proveniente de Manizales (Caldas) donde pese al esfuerzo de los médicos, no le fue posible superar la enfermedad. “Ellos (los médicos) lanzaron un llamado de auxilio, y dos días después esta clínica en Bucaramanga había aceptado mi caso. Aunque originalmente tenía programado dirigirme a Medellín, lograron trasladarme aquí los primeros días de junio”, cuenta Hernández Castaño.

El manizaleño ingresó al área de Cuidados Intensivos del Instituto Cardiovascular del Hospital Internacional de Colombia (HIC), con una condición pulmonar crónica. Contrario a mostrar mejor con el tratamiento suministrado, Mauricio Hernández se agravó y desarrolló una falla ventilatoria aguda.

Ante esta situación, fue sometido a una terapia avanzada ECMO. Sin embargo, para ese momento la enfermedad pulmonar ya había causado un daño pulmonar irreversible, por lo cual la única opción que le quedaba a Mauricio era ser sometido a un trasplante para prolongar su vida.

Aunque una persona puede durar años en la lista de espera de donación de órganos, Mauricio, por fortuna, solo esperó unos días. “Sentí alegría porque se mantiene la esperanza de seguir viviendo, de recibir el trasplante, pero también está el miedo a lo desconocido, no se sabe cómo terminará finalmente. Sin embargo, en mi caso, ya no tenía nada que perder, estaba enfrentando una enfermedad terminal, no quedaba nada más por hacer. Por el contrario, tenía mucho que ganar, así que decidí enfrentar el proceso. Agradezco a Dios que estoy aquí y seguimos adelante”, agregó Hernández Castaño.

Equipo médico que participó en el trasplante pulmonar. | Foto: FCV.

Así fue el trasplante

El proceso de trasplante pulmonar es una intervención altamente compleja que comprende dos cirugías distintas. La primera etapa incluye la recuperación del órgano donado, seguida de una evaluación de su viabilidad y adecuación para el trasplante (esta fase puede extenderse aproximadamente 2 horas).

La segunda etapa, que se lleva a cabo en el receptor, implica la extracción de los pulmones afectados y la implantación de los donados en una operación que puede durar entre 4 y 6 horas. “En esta intervención quirúrgica, considero que uno de los desafíos más significativos es asegurarnos de que los pulmones donados posean las mejores características para el receptor, para garantizar su adecuado funcionamiento en el futuro”, explica el doctor Néstor Mauricio Bernal Aragón, cirujano cardiovascular y de trasplante intratorácico del Instituto Cardiovascular del HIC.

El HIC es una de las pocas en Colombia que cuenta con la certificación y el respaldo del Ministerio de Salud para llevar a cabo todas las fases diagnósticas y el tratamiento involucrado en un trasplante de pulmón.

Mauricio Hernández desarrolló la fibrosis pulmonar a raíz del covid. | Foto: FCV.

Otro reto importante en este proceso son los lapsos de espera, es crucial no demorar más de 6 a 8 horas en el proceso de implantación de los pulmones. De lo contrario, el órgano podría perder su funcionalidad esperada.

A nivel global, son escasos los pacientes que se someten a un trasplante de pulmón mientras reciben terapia de ECMO. La mayoría de los individuos que van a trasplante pulmonar están bajo cuidado ambulatorio y, aunque enfrentan una patología pulmonar grave que podría agudizarse, esta puede mantenerse controlada en el momento para llevar a cabo un trasplante programado.

“En este caso, la situación era diferente, era una urgencia cero, Mauricio no tenía otra opción a ser trasplantado; el hecho de haber estado en ECMO incrementa mucho más el riesgo de potenciales complicaciones y de que técnicamente no sea tan sencillo el procedimiento que realizamos”, detalla el doctor Pizarro.

Actualmente, Mauricio Hernández Castaño continúa su proceso de recuperación con éxito, este hito médico no solo resalta la capacidad y experiencia de los profesionales médicos de la región nororiental de Colombia, sino que también subraya la importancia de la donación de órganos.