Aunque el departamento de Santander está atravesando la primera temporada seca del año, en los últimos días se han registrado fuertes lluvias en horas nocturnas, acompañadas por fuertes vientos que han generado algunas emergencias en el área metropolitana de Bucaramanga.

De acuerdo con la Unidad Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres (UMGRD), el aguacero y vendaval que azotó la capital santandereana entre la noche del martes y la madrugada del miércoles no generó afectaciones humanas, pero sí algunos daños en viviendas y vías.

La caída de árboles afectó la red eléctrica en algunos sectores de la ciudad. | Foto: Bomberos Bucaramanga.

“Estamos en temporada seca, pero esto no significa ausencia de lluvias. Es por eso que estamos viendo este fenómeno natural asociado a fenómenos meteorológicos como el paso de frentes fríos por la Costa Atlántica, que está generando bajas temperaturas y lluvias, entre intermedia e intensas, en las madrugadas”, explicó Luis Ernesto Ortega, coordinador de la UMGRD.

En el sector del Puente El Bueno, en la Transversal Metropolitana, se registró la caída de un árbol. El Cuerpo de Bomberos de Bucaramanga atendió la emergencia y realizó el respectivo corte. En el barrio Cordoncillos ll, en el sur de la ciudad, hubo caída de la red eléctrica. La Electrificadora de Santander (ESSA) atendió la emergencia e hizo el corte respectivo, para luego restablecer el servicio.

En las horas de la madrugada, la caída de un árbol y un bambú afectaron la movilidad en la vía que comunica Bucaramanga con Matanza, pero los bomberos reestablecieron el paso. Así mismo, en otros barrios de la ciudad se reportó la caída de varias tejas y láminas de zinc por los fuertes vientos, aunque no generaron daños mayores.

Adicional a esto, en la vía entre Bucaramanga y San Gil se presentó la caída de rocas en varios sectores, por lo cual las autoridades piden a los conductores estar a la defensiva y transitar con precaución para evitar afectaciones más graves.

Caída de roca en la vía Bucaramanga - San Gil. | Foto: A.P.I.

Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el primer período de menores precipitaciones del año en la región también representa una alta posibilidad de incendios forestales.

“Esta disminución gradual y representativa de las lluvias favorece el incremento en las temperaturas máximas, el aumento en la probabilidad de ocurrencia de incendios de la cobertura vegetal y la disminución de las temperaturas mínimas en horas de la madrugada, favoreciendo con ello la probabilidad de ocurrencia de heladas meteorológicas”, explica el Ideam.

Así mismo, la entidad ambiental advierte que se podrían presentar temperaturas mínimas absolutas inferiores a los 0 °C en las zonas de altiplano de Santander y Norte de Santander.

Ante el reporte del Ideam, la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres de Santander hizo un llamado a los alcaldes de la región y organismos de socorro para que estén atentos a cualquier emergencia que se pueda presentar.

“Hacemos un llamado a toda la ciudadanía, y en especial a la zona rural, para evitar las quemas con el fin de proteger la vida, las reservas ecológicas y los bienes en el departamento”, dijo la entidad.

Recomendaciones

Ante este panorama, las autoridades entregaron una serie de recomendaciones para enfrentar los efectos de la primera temporada seca del año.

Caída de árboles en Bucaramanga. | Foto: Bomberos Bucaramanga.

Consejos municipales de gestión del riesgo: mantener activos y socializar los planes de contingencia de incendios forestales, con el fin de evitar la ocurrencia y propagación de los mismos

Alcaldes: disponer de los elementos necesarios para la atención oportuna de eventos de incendio de cobertura vegetal, a través de los convenios y/o disponibilidad de los cuerpos de bomberos de cada municipio.

Realizar recorridos durante el día, preferiblemente, para identificar las áreas con amenazas por deslizamientos o derrumbes. De ser necesario, buscar refugio en zonas seguras.

Identificar el estado de las vías, principalmente en áreas de municipios con alerta roja donde la amenaza es alta.