Luego de más de 36 horas, los más de 1.500 campesinos que habían bloqueado la vía entre Santander y Norte de Santander llegaron a un acuerdo con el Gobierno nacional, por lo que levantaron el paro que había iniciado el pasado viernes con el propósito de rechazar la delimitación de los páramos Santurbán y El Almorzadero.
El bloqueo vial y paro llegó a su fin tras una reunión entre los ministerios de Interior, Ambiente y Agricultura, la Defensoría del Pueblo, líderes ambientales y campesinos de los dos departamentos. En medio del encuentro, los voceros del alto Gobierno se comprometieron con el campesinado que si levantaban el paro, el presidente Gustavo Petro se reuniría con ellos el próximo 3 de febrero en el municipio de Concepción (Santander).
“Escuchamos atentamente en este diálogo a los manifestantes y en efecto tienen preocupaciones muy válidas de movilización, pero en todo caso llegamos a este acuerdo en que el diálogo este por encima de cualquier conflicto de que vamos a responder articuladamente a las preocupaciones que tienen”, señaló la viceministra de Interior, Lilia Solano.
No obstante, los campesinos lanzaron una advertencia y dejaron en claro que tomarían nuevamente las vías de hecho si el presidente Petro los llega a dejar plantados el próximo 3 de febrero. Si esta situación llega a ocurrir, no solo sería bloqueado otra vez el paso vehicular, sino que también obstruirán la bocatoma que abastece de agua a Bucaramanga.
“Si el presidente incumple vamos a volver a salir, pero esta vez nos vamos a meter con el agua de las capitales para que la ciudad sienta que el agua también es del campo. Bloquearemos la bocatoma de Tona que lleva agua a Bucaramanga para que se queden sin agua”, dijo en entrevista radial Pedro Delgado, líder campesino del páramo de Berlín.
Cabe recordar que los agricultores de Santander y Norte de Santander pausaron sus actividades cotidianas para exigir que se reevalúe la delimitación de las actividades agrícolas en los páramos del oriente colombiano. Esto teniendo en cuenta la Ley 1930 de 2018, la cual dicta disposiciones para la gestión integral de los páramos en Colombia.
Dicha ley entra en vigencia este año y, según lo establecido, los campesinos no podrían cultivar papa, cebolla, zanahoria y otros tubérculos después de los 2.800 metros sobre el nivel del mar. Es decir, la principal fuente de economía de estas personas se vería seriamente afectada.
“Son varias las motivaciones que tenemos, pero el principal es que nos dejen desarrollar la agricultura en estas 37 despensas agrícolas de la Nación. Los habitantes de los páramos no podemos pagar las consecuencias de la contaminación que generan las multinacionales, la megaminería y el mal uso de los recursos naturales”, explicó un vocero del paro.
“Nosotros hemos respetado y cuidado los recursos naturales, por eso pedimos que no nos quiten el derecho al trabajo; el Gobierno nacional debe atender nuestra solicitud, es una causa justa. Nosotros pedimos trabajar”, agregó.
Adicional a esto, los campesinos piden que el Gobierno nacional apoye la titulación predial, toda vez que hay muchos productores con la incertidumbre sobre el terreno para cultivar.