¡El amor es eterno! Así quedó plasmado en el Hospital Internacional de Colombia, HIC; ubicado en el departamento de Santander, donde una pareja de abuelos que, en medio de la lucha contra el cáncer, volvieron a casarse.
Carlos Ariza Acevedo, paciente de 66 años del Instituto Oncológico del HIC, se casó por la iglesia con la mujer que lo ha acompañado la mayor parte de su vida y con la que tiene tres hijos. Con 12 invitados, entre amigos y familiares, realizaron la ceremonia en la capilla del Hospital, donde él permanece hospitalizado por un linfoma.
En su silla de ruedas y frente al altar, esperó pacientemente la llegada de la mujer que conoce y ama desde su época de colegio en El Socorro (Santander). “Realmente cuando apareció en la capilla no podía dejar de mirarla. Estaba vestida de blanco, muy linda, muy contenta y eso me pone feliz porque merecía vivir este momento especial”, dijo el hombre.
A diferencia de la primera vez, cuando se casaron en Bogotá siendo dueños solo de ilusiones y una cobija, ahora lo hacen con la experiencia que brindan los años, más el respaldo de tres hijos y dos nietos. “En esta etapa se toma una decisión con mayor convicción y se siente una paz muy grande”, aseguró Susana Lilia Orejarena, esposa de Carlos.
La planeación de la boda, que fue la primera en realizarse en el HIC, se dio en menos de dos días. “Don Carlos nos manifestó su intención e inmediatamente hicimos un análisis, tanto médico como administrativo. Cuando verificamos que estaban dadas todas las condiciones, se dio la autorización, siguiendo nuestra política de brindar una atención centrada en la persona”, señaló Yadir Molina Pinzón, supervisor de Experiencia del Paciente.
Así las cosas, el personal de salud en tiempo récord encargaron la torta, la decoración y trajeron parte del vestuario desde su casa ubicada en el municipio de Confines en Santander. Carlos se preparó para lucir una guayabera blanca, con un arreglo floral en el bolsillo y un pantalón caqui.
“Me impresionó verlo así porque durante este mes de hospitalización ha habido momentos en los que ha estado solo con pañales para su comodidad. Ahora nos llenamos de más esperanza y confianza de que Dios le va a dar la fuerza que necesita porque esto realmente no es fácil”, afirmó la esposa.
Para Carlos es la segunda vez que debe afrontar un proceso contra el cáncer. Hace 10 años fue diagnosticado con un linfoma de Hodgkin, que superó después de cirugía y quimioterapia. Sin embargo, las alertas se encendieron nuevamente cuando en la Semana Santa de 2023, de forma repentina, se le paralizó una pierna y progresivamente más partes del cuerpo.
Ante esto, en el hospital les informaron sobre la reaparición del linfoma y empezaron inmediatamente con el tratamiento. “En estos casos se requieren varios ciclos de atención durante seis meses o un año. Permanecen en el hospital por 20 o 30 días para la etapa de quimioterapia y posteriormente descansan por un periodo en casa”, explicó Diana Paola Páez, enfermera coordinadora de Hemato-Oncología HIC.
En cada paso del proceso ha contado con la compañía de toda su familia, principalmente de su esposa. Un apoyo que rememoró especialmente durante la boda cuando escuchó una de las famosas letras de ll Divo: “Yo nunca estuve tan seguro de amar así, sin condición”.