Diariamente, son miles los vehículos que transitan por la vía que comunica a Bucaramanga con San Gil, en Santander, un viaje que pasó de demorar tres horas a más de seis debido al desorden que, al parecer, se genera en los peajes de Curití y Curos, según denuncian los conductores.
A través de redes sociales, los viajeros dejaron en evidencia el caos vehicular y el monumental trancón que se presentó la noche del jueves, por demoras en el cobro de los peajes, toda vez que no hay suficiente personal que atienda la demanda de conductores que transitan por este corredor vial.
Mónica Avellaneda, alcaldesa del municipio de Aratoca, fue una las personas que quedó atrapada en la vía durante casi siete horas. Ante esta situación, hizo un llamado al Instituto Nacional de Vías (Invías) para que solucione esta problemática de movilidad.
“Salir de Aratoca a las 5:00 p. m. y llegar a Bucaramanga a las 11:45 p. m. es algo inadmisible. Espero que Invías tome las acciones del caso, porque con tanto tráfico pesado y que solo estén dos taquilleras por sentido en el peaje de Pescadero está generando caos en la vía”, aseguró la mandataria a través de su cuenta de Twitter.
A la voz de molestia e indignación se sumaron varios conductores, quienes también exigieron soluciones por parte de Invías, entidad que está a cargo de dichos peajes en Santander.
“El paso es terrible y la concesión vial no hace nada, se requiere con urgencia un plan de contingencia para mitigar esa situación, pero los gobernantes no se ven por ningún lado. Esa gente como viaja es en avioneta, jamás se dan cuenta de los problemas de las vías”, aseguró un conductor tras cruzar por los peajes.
Otro usuario en Twitter, identificado como Marlon Sierra, también cuestionó el pesado viaje entre San Gil y Bucaramanga.
“¿De verdad el Invías no piensa activar un plan de contingencia en el peaje de Pescadero? Anoche dos cajeros cobrando en cada sentido, la fila iba más allá de Aratoca. Ocho horas en la ruta San Gil-Bucaramanga”, escribió.
El peaje más caro de Colombia
El cobro de peajes en Colombia ha generado revuelo al comenzar esta tercera semana del año. Por una parte, debido a los aumentos del precio del peaje de algunos concesionarios de transportadores en la vía del país, al argumentar que el Gobierno nacional no había cumplido con lo anunciado desde la semana pasada, en congelar las tarifas de los peajes. Uno de ellos, Coviandina.
“En cumplimiento al Contrato de Concesión 005 de 2015, a partir del 16 de enero de 2023 se incrementarán las tarifas equivalentes al IPC+3 % (para las Tarifas Plenas y para la Tarifa Especial Diferencial solo aplicará el IPC)”, manifestó el concesionario Coviandina en su cuenta de Twitter, el pasado 16 de enero.
Pero el revuelo no quedó allí. Un día después, Ánderson Quinceno, CEO de la Asociación de Transportadores de Carga (ATC), denunció que el peaje de Aburrá, más conocido como el peaje del túnel occidente en Antioquia, “subió cerca del 78 % sus tarifas y unificó sus tarifas de los peajes; además, se convirtió en el peaje más costoso para una tractomula en el país y el mundo, pasando a 115.400 pesos del peaje por este corredor vial”.
Y agregó: “Esta situación tiene indignados a los transportadores que están generando un bloqueo sobre el peaje y lo más probable es que en el transcurso del día se generan otros bloqueos en otros peajes a raíz de que no están acogiendo la medida expedida por el Gobierno de la República”.