La delincuencia que azota la ciudad de Bucaramanga, en Santander, acabó con la vida de José Alfredo Anaya Fernández, quien fue atacado a disparos en medio de un atraco. Tras el crimen, las autoridades capturaron a uno de los presuntos responsables.

La tarde del pasado sábado, 11 de marzo, Anaya Fernández se movilizaba en una motocicleta por el sector de Neomundo y justo cuando cruzaba por el deprimido los ladrones le cerraron el paso. Tres hombres , quienes también iban en motocicletas, los interceptaron e intimidaron para que entregara el dinero que llevaba.

Ocurrió en el sector conocido como Deprimido de Neomundo. | Foto: A.P.I.

José Anaya, quien se desempeñaba como cobrador de Asurcarnes (Asociación de Surtidores de Carnes de Santander), intentó evitar el hurto y enfrentó a los delincuentes; sin embargo esto le terminó costando la vida. En medio del forcejeo tanto Anaya Fernández como los atracadores desenfundaron armas de fuego.

Pero, fue José Anaya quien llevó la peor parte, recibió un disparo que lo dejó agonizante. Una vez herido, los ladrones escaparon del lugar sin llevarse el dinero que transportaba el cobrador; más de 50 millones de pesos. La violenta escena fue percibida por conductores que transitaban por el lugar.

En seguida las autoridades fueron alertadas y de inmediato se activó un plan candado para ubicarlos y detenerlos. “La víctima muy seguramente estaba haciendo algún tipo de recaudo y estos sinvergüenzas querían aprovechar la oportunidad para quitarle dinero llevaba, el cual finalmente no fue hurtado”, explicó el general José James Roa, comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.

José Alfredo Anaya Fernández, fue auxiliado y llevado hasta el Hospital Universitario de Santander (HUS), donde pese al esfuerzo del personal médico falleció minutos después del ingreso. Mientras los galenos reportaron el deceso, uniformados de la Policía lograron capturar a uno de los presuntos delincuentes.

Tres hombres armados interceptaron a la víctima, hasta el momento solo uno ha sido capturado. | Foto: Policía Mebuc.

Este sujeto fue detenido cuando se movilizaba, en motocicleta, por la vía antigua a Floridablanca. Según se conoció, es un joven de 20 años, oriundo de Aragua, Venezuela. “La persona capturada nos aseguró que fue por cometer el hurto que acabaron con la vida de José Alfredo”, detalló un investigador.

Entre tanto, los otros dos cómplices lograron escapar, no obstante las autoridades en el lugar del crimen recopilaron material probatorio para dar con la identidad y paradero de estas personas. Así mismo, hacen un llamado a la comunidad para que “entreguen información que permita agilizar la investigación. Esperamos que en los próximos días poder informar de las capturas”, agregó el comandante Roa.

Cayeron peligrosos fleteros

La tarde del jueves, la víctima acudió a la sucursal bancaria, de donde retiró cerca de 20 millones de pesos. Una vez terminó la diligencia, salió del lugar y abordó su vehículo con destino a su vivienda, pero en el recorrido le salieron los “amigos de lo ajeno”.

Cuatro sujetos, quienes se movilizaban en dos motocicletas, lo interceptaron en la carrera 27 con calle 14, límite entre los barrios San Francisco y Universidad. El afectado, inicialmente, habría intentado oponerse al robo, pero tras ser amenazado con arma de fuego tuvo que entregar el dinero que había retirado. Además de sus objetos y documentos personales.

Los señalados delincuentes fueron capturados cuando usaban las tarjetas de crédito de la víctima. | Foto: Policía Mebuc.

“Hurtaron 20 millones de pesos, pero lo bueno es que la comunidad reacciona en un agradecimiento por esa participación. Inmediatamente, se despliega un plan candado, todas nuestras unidades desplegadas, realizando intervenciones con el propósito de brindarles toda la tranquilidad a nuestros ciudadanos”, informó el general José James Roa, comandante de la Policía metropolitana de Bucaramanga.

La búsqueda de los otros implicados se extendió por varias horas. Los investigadores hallaron a los ladrones cuando pretendían realizar compras en un centro comercial, utilizando las tarjetas de crédito de la víctima.