Nadie responde por la desaparición del alumbrado público que estaba archivado en las bodegas de la Alcaldía de Bucaramanga. SEMANA conoció un archivo de 92 páginas que podría ser clave en la investigación que adelantan la Contraloría y la Fiscalía para esclarecer el volumen de bienes que se perdieron en los últimos meses.
El ente de control fiscal anunció en un informe de auditoría que se extraviaron luminarias avaluadas en 23.000 millones de pesos. En medio de las indagaciones, recogió pruebas y testimonios que pondrían en evidencia que una parte de ese material habría salido de manera irregular en el primer semestre de 2024.
Al ser cuestionado por esta situación, el alcalde Jaime Andrés Beltrán respondió que estos hallazgos serían herencia de las administraciones anteriores y se quejó de la inexistencia de un inventario que pudiera dar luces claras sobre la cantidad de elementos que estaban resguardados en las bodegas.
“Desde el inicio del gobierno actual se detectó que entre 2018 y 2023 no existía un registro de inventario en la oficina de alumbrado público. Esta situación fue puesta en conocimiento de las autoridades competentes en enero de 2024″, se lee en un comunicado de prensa que expidió el mandatario local.
Sin embargo, SEMANA accedió a un estudio que ordenó la Secretaría de Infraestructura de Bucaramanga el 2 de febrero de 2023 para que cuantificara los materiales depositados en las bodegas La Hormiga y San Ignacio: luminarias, accesorios, brazos y postes metálicos que no funcionaban en la red de alumbrado.
El contratista describió que las bodegas estaban ocupadas al 100 % y los materiales no se encontraban clasificados, por lo que complicó el conteo y valoración. Hoy las bodegas no tienen la misma cantidad de elementos y la duda es quién los tomó. Aparentemente, las órdenes de retiro las dio Edgardo Rodríguez Herrera.
Este hombre actuó como coordinador del alumbrado público desde el 20 de febrero de 2024. No obstante, desde el 6 de febrero ya estaba dando órdenes para retirar los bienes de las bodegas. Al ser indagado, él le dijo a la Contraloría que había recibido órdenes de altos funcionarios de la administración y de un familiar de Beltrán.
El informe es clave en el expediente porque ilustraría la cantidad de material que desapareció. Allí se reseñó que se contaba con 60.000 kilogramos de aluminio contaminado y 11.000 kilogramos de hierro chatarra. El estudio recomendó vender estos elementos por 167 millones de pesos y presentó varias cotizaciones.
La Contraloría le pidió a la Fiscalía que se sumara a las investigaciones para esclarecer lo ocurrido en la capital de Santander. El alcalde Jaime Andrés Beltrán comentó que colaborará con las autoridades y advirtió que no ha dado órdenes en su administración para que se retiraran las luminarias.