Una nueva polémica envuelve a la administración municipal de Bucaramanga, en Santander. Esta vez por cuenta de presuntas irregularidades en una licitación en la Dirección de Tránsito, para contratar el servicio de vigilancia, cuya convocatoria fue publicada el pasado fin de semana.
De acuerdo con María Juliana Acebedo, exasesora de transparencia de la Alcaldía de Bucaramanga, dicho proceso se estaría convirtiendo en un amarre contractual, toda vez que las partes involucradas se estarían extralimitando en sus funciones para realizar acuerdos poco transparentes.
“Sorprende y preocupa el nuevo planteamiento presentado por la Alcaldía de Bucaramanga, con el que buscan justificar unos claros amarres en el proceso contratación de vigilancia que adelanta la Dirección de Tránsito de Bucaramanga. (...) Al asesor de Transparencia de la administración se le olvida que jurídicamente es imposible ‘liderar’ un proceso contractual de los institutos descentralizados, y desconoce las funciones propias de su cargo, dado que en ellas no se otorga estas facultades que son exclusivas de los ordenadores del gasto y de sus equipos de contratación”, dijo Acebedo.
Esta situación se estaría presentando como una estrategia de la administración para presuntamente ocultar los nuevos planteamientos de transparencia que están manejando. “Se le olvida, también, que los Institutos descentralizados gozan de autonomía administrativa y financiera, luego es falso afirmar que ‘lideré' procesos de contratación en la Dirección de Tránsito”, agregó la exfuncionaria.
La polémica surge a raíz de unas correcciones que habría hecho el actual asesor de Transparencia de la Alcaldía en el proceso de licitación anterior debido a que supuestamente presentaba irregularidades, esto en el período que María Juliana Acebedo estuvo a cargo de la dependencia.
“De manera oportuna advertí a la administración central las irregularidades que podría tener ese proceso, pero al parecer de manera conveniente este hecho se les olvidó. Ahora bien, es oportuno aclarar que no tuve injerencia durante el proceso, es decir, en las observaciones, informe de evaluación, ni mucho menos en la adjudicación; así que si existe un reparo al respecto, quienes deben dar las explicaciones correspondientes son encargados de liderar el proceso en la Dirección de Tránsito de Bucaramanga”, sostuvo Acebedo.
Ante dichas acusaciones, la exasesora de transparencia de la alcaldía de Bucaramanga, asegura que tiene las pruebas necesarias para desmentir las afirmaciones en su contra. “Para un proceso de contratación en donde hay 11 puestos de vigilancia sin arma y solo dos con arma, se les exija la calificación de 211 armas, diez de largo alcance y el resto de corto. La administración da una respuesta sin fundamento diciendo que esto es solamente para medir la capacidad de la empresa para un caso de emergencia, claramente esto no es soporte para el amarre que quieren hacer”.
Según María Juliana Acebedo, los amarres contractuales son evidentes y saltan a la vista de cualquier ciudadano experto y además, los planteamientos en la contratación “se apartan de los lineamientos que quedaron contenidos en el documento de Política Pública desarrollado con el apoyo y acompañamiento de entidades aliadas reconocidas nacionalmente por su experiencia en transparencia, al parecer este documento será ajustado a las nuevas ‘necesidades’ de la administración. La alcaldía debe respetar el trabajo riguroso que se venía realizando, aún más en este año electoral donde la transparencia debe garantizarse”, concluyó la exfuncionaria.