Hay preocupación en Bucaramanga por la posible incursión de la banda criminal AK – 47, un ejército de sicarios venezolanos y colombianos que aterrorizan en la zona fronteriza con homicidios, cobro de extorsiones y tráfico de estupefacientes.
Los delincuentes son liderados por Jhoswar Saúl Hernández Sanabria, conocido con el alias de ‘Saúl’ y capturado recientemente en el vecino país. Al parecer, varios de sus integrantes han llegado hasta la capital de Santander.
La información preliminar de las autoridades es que esta organización empezó a amenazar a algunos empresarios de la ciudad, tal como lo hicieron en el pasado con el alcalde de Cúcuta, cuando lo sentenciaron de muerte.
Sobre la mesa hay dos episodios que también llaman la atención: las capturas en Bucaramanga de alias ‘Monstruo’ y ‘Pure’, dos pistoleros que estarían enfilados en este grupo, acusados de asesinar a periodistas en Norte de Santander.
El alcalde Jaime Andrés Beltrán comparó el accionar criminal de los AK – 47 con el del Tren de Aragua: “Esta organización es una de las más peligrosas y sanguinarias de la zona de frontera. Son reconocidos por extorsionar y tener redes de sicarios”.
La lupa está puesta sobre las residencias, hoteles y hospedajes de Santander, pues las unidades de inteligencia tienen información certera que anticiparía la llegada de algunos delincuentes de alta importancia para la justicia.
La hipótesis es que, tras cometer delitos de gravedad en Cúcuta, ellos se estarían distribuyendo por varios rincones del país para esquivar el control de las autoridades. Uno de los destinos frecuentes sería la ciudad de Beltrán.
A esto se suma que, para solventar sus necesidades básicas, estos ciudadanos estarían alterando el orden público, acudiendo al hurto y al tráfico de estupefacientes, entre otros hechos que son materia de investigación.
El mandatario local informó que la Policía, Ejército, Migración y Fiscalía tienen los radares activados para evitar que el grupo se asiente en Bucaramanga, evitando el escenario de terror que hoy viven los habitantes de Cúcuta.
“Me comprometo a no permitir que Bucaramanga se convierta en un refugio de delincuentes y continuaré trabajando para asegurar la tranquilidad de sus ciudadanos”, manifestó Jaime Andrés Beltrán.
Y agregó: “No bajamos la guardia. No vamos a permitir que las organizaciones delincuenciales que criminalizan ciudades vecinas se logren asentar en nuestro territorio. Los estamos enfrentando y no los vamos a dejar llegar”.