En un operativo contra la extorsión en Barrancabermeja, la Policía identificó, ubicó y capturó a cuatro individuos implicados en este delito que afectaba a los residentes de este municipio santandereano. Los detenidos, presuntamente, son parte de una organización delincuencial dedicada al multicrimen.
Se trata de alias Búcaro, Cataño, Misael y Cristian, quienes eran buscados por los delitos de extorsión agravada y amenaza. Estos sujetos fueron capturados mediante orden judicial, en medio de un operativo entre la Policía y el Gaula de Barrancabermeja.
“Fueron capturados cuatro delincuentes, quienes eran integrantes del grupo de delincuencia Común Organizado Los Búcaros, entre ellos el cabecilla de la organización, alias Búcaro. Este operativo se realizó en la ciudad de Bucaramanga y en el municipio de Barrancabermeja”, explicó el coronel Luis Alejandro Cubillos Cancelado, comandante de la Policía del Magdalena Medio.
Alias de Andrés o Búcaro, es señalado de múltiples homicidios y requerido por delitos como fabricación, tráfico y porte de armas de fuego e indiciado por fuga de presos. Este sujeto, de 25 años, generaba contante temor y zozobra a los habitantes de Barrancabermeja.
Estos cuatro sujetos, según la investigación adelantada por las autoridades, se dedicaban a amenazar y exigir dinero a ciudadanos pertenecientes a diferentes gremios, a cambio de no atentar contra sus vidas. La extorsión oscilaba entre los 100 mil pesos y un millón de pesos.
“Estos delincuentes abordaban a vendedores, transportadores, gota-gota, camiones repartidores de gaseosas, productos alimenticios, tiendas, comunidad del sector y locales comerciales, retenían a las personas y les exigía ciertas cantidades de dinero, de acuerdo a su actividad económica, con el fin de permitirles ejercer su actividad económica con tranquilidad”, agregó el coronel Cubillo Cancelado.
Las personas que oponían resistencia al pago de la extorsión, señala la Policía, también se convertían
en víctimas de hurtos y agresiones físicas. Así mismo, la mercancía vendían era destruida para afectarlos en mayor medida.
“Los capturados venían realizando su actuar delictivo, principalmente, en jurisdicción de la comuna siete de Barrancabermeja. Además, estas personas también serías dinamizadoras del tráfico de estupefacientes en dicho sector”, sostuvo el comandante de la Policía.
Búcaro, Cataño, Misael y Cristian fueron dejados a disposición de la Fiscalía y tras ser presentado en audiencia ante un juez de control de garantías, fueron enviados a prisión como medida preventiva mientras continúa el proceso judicial en su contra.
Adicional a los delitos de extorsión y amenaza, estos cuatro hombres están siendo investigador por secuestro, hurto y concierto para delinquir por hechos también registrados en Barrancabermeja.
En el Magdalena Medio, según reveló la Policía, han sido capturadas 41 personas por el delito de extorsión, ante este panorama el coronel Cubillo Cancelado hizo un llamado a la comunidad para que “denuncie cualquier hecho de extorsión a nuestra línea 165 a nivel nacional del Gaula de la Policía, donde garantizamos la reserva de la información”.
Otra modalidad de extorsión
La modalidad del “tío - tío” es una vieja, conocida, absurda y lucrativa forma de extorsión. Los delincuentes tienen un libreto y cada integrante asume un papel antes de hacer una llamada a la víctima. Uno actúa como policía o investigador del CTI para advertir a la víctima que acabaron de capturar a su sobrino. Luego, con la magia de la actuación, otro asume el papel más importante: el sobrino.
El actor y delincuente le ruega a su tío por ayuda, advierte que fue capturado, que se lo van a llevar para una estación de policía y para evitarlo los uniformados exigen un pago, un soborno. Así, los delincuentes no solo logran que las víctimas se convenzan de que su familiar está en problemas, sino que entregan el dinero a través de empresas de giros.
La actuación resulta efectiva y tan cercana que las víctimas no dudan, solo se preocupan y hasta ruegan por su falso familiar al otro lado de la línea. Los delincuentes se atreven, incluso, a hacer advertencias, a afanar por el dinero con la amenaza de llevar a la cárcel al sobrino de la víctima.