El alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, sigue en pie con su plan de seguridad para la capital santandereana con la implementación de un Plan Candado, desde que se posesionó, asegurando que parte del problema se debe a la llegada masiva de extranjeros, quienes provocaron que las cifras de inseguridad en la capital de Santander aumentaran.
Ante la ola de robos y homicidios, uno de los pedidos que Beltrán hizo a la Gobernación de Santander fue instalar un puesto de Migración Colombia para realizar una inspección más directa de antecedentes penales a extranjeros para expulsarlos de la ciudad y el país para evitar que cometieran crímenes.
Desde hace unos meses se procedió con varios operativos en las entradas y salida de la ciudad por parte de Migración Colombia y la Policía Metropolitana de Bucaramanga, bajo la premisa de que los migrantes extranjeros que no llegaran a la capital de Santander a trabajar serían expulsados.
Y es que entre las promesas de campaña de Beltrán estaba: “Al que viene a delinquir hay que identificarlo, hay que perseguirlo y a ese hay que judicializarlo”, y en la tarde del pasado 22 de mayo anunció que el seguimiento a los migrantes que delinquen en su ciudad ha comenzado a dar resultados, en línea con lo que ocurre en Medellín a donde llegan extranjeros para turismo y explotación sexual de menores.
“Ya fueron entregados a las autoridades venezolanas los primeros cinco expulsados que veían a #Bucaramanga como juego: todos tenían antecedentes y pensaban que iban a seguir así, pero se equivocaron. Se vienen más deportaciones y expulsiones. Nuestra ciudad se respeta”, publicó en su cuenta de X.
Ante las primeras muestras de cómo son las expulsiones, el alcalde de Bucaramanga aseguró que cada semana entregará un balance del número de extranjeros que fueron retirados de la capital de Santander.
Pero esta medida generó polémica entre el mandatario local y el gobierno del presidente Gustavo Petro. Beltrán manifestó que tuvo un encontronazo con la Administración Nacional tras el anuncio de reforzar los controles migratorios.
Según el alcalde, a los procesos de expulsión que están implementando les “ponen palos en la rueda”, pues actualmente se tienen identificados cerca de 130 migrantes que registran múltiples anotaciones por problemas de convivencia y comisión de delitos en su mayoría venezolanos, quienes registran entre siete y nueve llamados o procesos sancionatorios ante las autoridades.
“¿Por qué iniciamos las expulsiones con solo cinco delincuentes venezolanos? Lamentablemente hemos encontrado barreras por parte del nivel nacional en la lucha contra la criminalidad extrajera en #Bucaramanga”, indicó en su cuenta de X.
“Tenemos 130 personas represadas, con más de cinco anotaciones cada una y no podemos expulsarlas masivamente porque solo nos dejan cinco por semana”, afirmó Beltrán.
El alcalde mostró su malestar y dijo: “Así es imposible poder generar un avance significativo cuando se atraviesa esta tramitología, que a los únicos que afectan son a los ciudadanos. Hicimos la gestión para enviarlos por el cruce fronterizo de Paraguachón y no se pudo, obligatoriamente debemos hacerlo por Cúcuta, lugar de la frontera donde más nos demoramos en enviarlos que ellos en devolverse por trochas”.
“Mi llamado al Gobierno nacional es a que piensen en el territorio y sus problemas, necesitamos seriedad y colaboración”, puntualizó.
Desde Bucaramanga se han realizado, en las últimas semanas, las expulsiones de ciudadanos extranjeros que pretenden también llegar a Medellín para cometer delitos sexuales con menores de edad.