49 familias santandereanas, que en su momento fueron víctimas del conflicto armado, se sumaron a la lista de beneficiarios del programa Mi Techo es un Hecho”, que es liderado desde la Secretaría de Vivienda y Hábitat Sustentable de la Gobernación de Santander.
Estas personas, residentes en los municipios de Piedecuesta, Lebrija, Páramo y Cabrera, este martes 16 de agosto recibieron subsidios para la construcción de vivienda nueva rural o un mejoramiento de la vivienda actual.
“Gracias a la ordenanza presentada en el primer año de gobierno ante la Asamblea Departamental se logró aumentar el subsidio complementario de 4′100 a 5′100 mil pesos. Otorgamos a 49 familias víctimas del conflicto armado de los municipios de Piedecuesta, Lebrija, Páramo y Cabrera, subsidios para la construcción de vivienda nueva rural y complementario para vivienda de interés prioritario”, dijo el gobernador de Santander, Mauricio Aguilar Hurtado, al término de la ceremonia de la cual, además, participó la Unidad para las Víctimas.
El propósito central del programa Mi Techo es un Hecho es que cada vez más santandereanos cuenten con vivienda digna y de esta manera disminuir el déficit habitacional, así como combatir los elementos de pobreza multidimensional que existen en el departamento.
“Con este subsidio complementario, la población víctima del conflicto armado realiza el cierre financiero en la compra de su vivienda urbana. También en lo que lleva del presente año hemos impactado a familias víctimas con vivienda nueva rural de los municipios de Lebrija, Barichara, Páramo, Cabrera y Piedecuesta”, sostuvo Fabián Andrés Vargas, secretario de Vivienda de Santander.
De acuerdo con la cartera municipal, en lo corrido de este año, más de 107 familias santandereanas víctimas del conflicto armado han sido beneficiadas con la entrega de estos subsidios, que hoy nuevamente les permite tener el techo que en algún momento les arrebataron.
“Estoy muy agradecida por esta oportunidad que me conceden al tener mi techo, un hogar digno que espere por más de diez años, y hoy se hace realidad. Llegamos desplazados con solo una maleta al municipio del Páramo, veníamos cargados de sueños y necesidades, gracias a Dios hoy se nos cumple este sueño”, expresó Alis Molina Gutiérrez, beneficiaria del subsidio de complementario.
La entrega de estos subsidios, según las familias, representa el cierre de un capítulo de vulnerabilidad por el que pasaron tantos años.
En Medellín
Una jornada similar se adelantó en la ciudad de Medellín (Antioquia), donde la Unidad para las Víctimas entregó 1.268 indemnizaciones que sumaron más de 12 mil millones de pesos, como medida para la reparación económica que está en la Ley 1448.
Esta fue una de las 33 jornadas de pago de indemnizaciones previstas por más de 32.000 millones de pesos, que beneficiarán a la población afectada por hechos como desplazamiento forzado, homicidios y desaparición forzada de familiares, secuestros, lesiones personales y violencia sexual.
“Son sentimientos encontrados: por un lado, emoción por recibir un dinero que uno no esperaba, pero por el otro saber que es por un hermano que no debió morir tan joven por algo que no hizo. Este dinero lo voy a usar para ajustar para una vivienda, porque ese es el anhelo de toda persona, tener su casa propia”, aseguró la entidad.
Por su parte, el director territorial de la Unidad en Antioquia, Wilson Córdoba Mena, aseguró que “seguimos cumpliendo mes a mes con esta medida reparadora que le apunta a restablecer derechos vulnerados y a mejorar la calidad de vida con proyectos productivos, vivienda, educación, salud y por eso son orientados con la oferta interinstitucional”.