A las 9:00 a. m. de este martes 3 de mayo, el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Bucaramanga llevará a cabo la audiencia de Incidente de Reparación Integral a las víctimas de Juan Guillermo Valderrama, el hombre que fue hallado culpable de asesinar a Ilse Amory, una mujer de nacionalidad chilena.

Esta diligencia se desarrollará de forma virtual y es la continuación de la audiencia que se adelantó el pasado viernes 3 de diciembre, con el propósito de finiquitar el monto de la indemnización por los daños materiales y morales causados. Sin embargo, en ese momento las dos partes no llegaron a ningún acuerdo.

Los padres, una hermana, tres hijos y dos nietos de Ilse Amory, quienes fueron reconocidos como víctimas por el juez, piden 363.410.400 pesos de indemnización por perjuicios morales y materiales.

Cifra que el condenado, a través de su defensa, aseguró no tener. Por lo cual, puso de presente una oferta que solamente incluye un pedido de perdón público y ningún pago de indemnización, oferta que fue rechazada tajantemente por los familiares de Ojeda que piden que al menos pague lo que le robó.

Este martes, si Juan Guillermo Valderrama no acepta voluntariamente el monto exigido de indemnización, el juez será el que lo imponga como lo que estipula la ley. Cabe recordar que este hombre está recluido en la cárcel de máxima seguridad Palogordo, en Girón, Santander, purgando una condena de 36 años y seis meses de prisión.

Contexto

Ilse Amory Ojeda González, llegó a Colombia en mayo de 2019 para seguir la relación sentimental que había iniciado en su país con Juan Guillermo Valderrama. Lo que inició como un cuento de hadas rápidamente se convirtió en una pesadilla por el temperamento violento de Valderrama, su constante manipulación y explotación económica.

La sargento en retiro había conocido a Valderrama en una fiesta de Carabineros donde él trabajaba como mesero. Pocas semanas después comenzaron una relación sentimental y, motivada por lo que él le prometía, decidió viajar a Colombia. En Bucaramanga, de donde era oriundo el joven, vivieron algunos meses como pareja.

Pocos meses después, ya cansada de sus constantes cambios de humor y una quiebra económica por los caprichos de su entonces amado, Ilse le manifestó a sus familiares el deseo de regresar a Chile porque, según ella, “lo había perdido todo”. Después de este mensaje no se volvió a conocer de su paradero.

El rostro de Valderrama se hizo conocido, puesto que aparecía en las noticias pidiendo información por el paradero de su pareja, asegurando que había sido secuestrada. Posando con un cartel y frente a las cámaras de televisión le pedía a sus captores que le respetaran la vida.

Sin embargo, la incongruencia de su relato y las denuncias que hacían desde Chile los familiares de la mujer, lo convirtieron en el principal sospechoso de la desaparición. Pese a que lo negaba, un video de una cámara de seguridad de un peaje en la vía entre Bucaramanga y Rionegro (Santander) lo vinculó directamente con el caso.

En la primera grabación, registrada a las 11:35 a. m. del 31 de marzo de 2019, aparecía Valderrama manejando un vehículo y en el puesto de copiloto se encontraba Ilsa Amory. A la 1:20 p. m. aparece el mismo vehículo, pero solamente con Valderrama. Casi una hora después, a las 2:10 p. m., se registra el mismo vehículo conducido por Valderrama. A las 3:08 p. m. el rostro de Valderrama es registrado nuevamente por las cámaras, nuevamente manejando solo el vehículo particular.

En el desarrollo de la búsqueda, los investigadores recibieron la llamada de un jornalero de la región quien aseguró que el hombre que aparecía en los medios de comunicación era el mismo que días antes le había pagado para que incinerara y enterrara el cadáver de una vaca.

El hombre dio la ubicación exacta del lugar donde él había enterrado lo que creía que era un animal. Tras hacer la verificación y el registro de la zona los agentes de la Fiscalía y la Policía encontraron la bolsa con huesos. Una verificación de la carta dental y otros rasgos permitieron identificar plenamente a la mujer.

Por estos hechos, Valderrama fue capturado y, pese a que al principio se declaró inocente, a los pocos meses reconoció su responsabilidad mediante la firma de un preacuerdo con la Fiscalía General. Esto le representó una rebaja en su condena, la cual quedó establecida en 36 años, seis meses y 20 días de prisión por los delitos de feminicidio agravado y desaparición forzada.

En el fallo se le impuso una multa cercana a los dos mil millones de pesos para indemnizar a las víctimas reconocidas, entre ellas, los familiares de Ilse Amory.