En la Ciudad Bonita, en el departamento de Santander, fueron incautados 850 kilos de carne de equino y porcino no apta para el consumo humano, pero que pretendía ser distribuida en puntos de venta del área metropolitana, informó el grupo ambiental y ecológico de la Policía.

La incautación, que se realizó en un puesto de registro y control, forma parte de los operativos que la Policía adelanta para controlar la distribución de carnes que no cumplan con las condiciones de higiene.

“Abordamos un vehículo que transportaba estos productos cárnicos, los cuales iban a ser distribuidos en varios puntos de expendio de carne sin las más mínimas condiciones de higiene y sin conservar la cadena de frío, lo cual representa un peligro a la salud pública”, explicó la Policía Mebuc.

La carne de equino, que provenía de un matadero clandestino y estaba avaluada en 15 millones de pesos, fue desnaturalizada para evitar su consumo.

Tanto en Bucaramanga como su área metropolitana, la Policía Ambiental viene desplegando fuertes controles con el fin de desmantelar los mataderos clandestinos y la comercialización ilegal de esta carne.

¿Cómo identificar que la carne esté en buen estado?

Es importante usar los sentidos del olfato, del tacto, de la vista y sobre todo el sentido común para decidir si la carne está fresca o en mal estado.

Lo primero es fijarse en el color de la carne, la mayoría de la gente cree que la carne debe tener un color rojo brillante; sin embargo, este no es el color natural de la carne fresca, sino que se produce debido a la exposición de la misma al aire.

Otra característica de la carne en mal estado es que está pegajosa y se torna de un color negro o verde, lo que deja en evidencia que hay hongos comenzando a crecer en la carne.

Hurtaron campanas de un cementerio en Santander

Un insólito hecho se presentó en el municipio de Charalá, en el departamento de Santander. Delincuentes se subieron al campanario del cementerio municipal y se robaron dos enormes campanas, las cuales aparecieron horas después en un municipio del departamento de Boyacá.

Según el párroco Juan Carlos Hernández, los hechos se presentaron la noche del viernes 27 de mayo, cuando ladrones se subieron y robaron las antiguas campanas que pesan más de 50 kilos cada una.

“Las campanas son muy antiguas y son reliquias de nuestra comunidad, los delincuentes ingresaron al campo santo y cometieron este robo. Es indignante hasta dónde llega la delincuencia, por tal motivo le pedimos a la comunidad que si sabe de quiénes las tengan o las estén vendiendo dar aviso a las autoridades a la policía”, expresó en su momento Hernández.

La Policía de Santander inició las labores de búsqueda y horas después se reportó el hallazgo de las campanas en el municipio de Chiquinquirá, en el departamento de Boyacá, hasta donde llegaron los uniformados y corroboraron que, efectivamente, eran los elementos hurtados en el cementerio de Charalá.