Un lamentable accidente acabó con la vida de un joven, de 26 años, en zona rural del municipio de El Playón, en Santander. La víctima intentaba restablecer el servicio de energía para su comunidad cuando ocurrió el fatal incidente.
Un posible corto circuito o sobrecarga en la línea de energía habría hecho que la cañuela del transformador, que suministra luz a la vereda San Antonio, se disparara y los habitantes del mencionado lugar quedaran sin el servicio de energía.
Ante esta situación, Eumir De Guías Martínez, como fue identificada la víctima, decidió intentar reparar el daño. El joven salió de su casa, se dirigió al poste de energía, lo escaló y llegó al transformador. Sin embargo, aunque sus intenciones eran buenas, la maniobra resultó letal.
Tanto pronto Eumir hizo contacto con los cables de alta tensión, según los testigos del hecho, sufrió una fuerte descarga eléctrica que lo llevó a perder la vida de forma inmediata.
“Se subió al poste porque se había ido la luz, se subió arreglar la cañuela y terminó muriendo electrocutado. La gente del campo está acostumbrada a que cuando se va la luz, se disparan las cañuelas y ellos mismo van y las manipulan”, dijo a Q’Hubo Bucaramanga, un habitante de El Playón.
De inmediato, los residentes de la vereda San Antonio, ubicada a cuatro horas del casco urbano, alertaron a las autoridades del lamentable suceso que enluta a una familia. Una vez efectuado el levantamiento, el cuerpo de Eumir De Guías Martínez fue trasladado a la morgue del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Bucaramanga.
“Esto es muy triste, pero nosotros los campesinos a veces nos toca hacer esa tarea porque nos cansamos de llamar a la electrificadora y podemos durar hasta cuatro días sin luz, porque no van. Los productos que sacamos se nos dañan”, aseguró un residente de la vereda.
Robaron casi $ 200 millones en Santander
La comunidad denunciaba que los miembros de la organización delincuencias que tomaron el nombre de Los Galponeros llegaban a sus casas armados y amenazaban a los habitantes de la residencia con asesinarlos si no cooperaban y les entregaban todas sus pertenecías, sin alertar a las autoridades con gritos de auxilio o activación de alarmas de seguridad.
Una vez tenían sometidas a sus víctimas, las encerraban en algún lugar de la vivienda para posteriormente registrar toda la vivienda y robar sus pertenencias de valor, como el dinero en efectivo, joyas, prendas de valor, equipos tecnológicos, entre otros.
Uno de los hurtos cometidos y que fueron denunciados ante las autoridades fue en una residencia de la zona rural del municipio de Aratoca, Santander; en esa vivienda se habrían robado una suma de $ 190′000.000 pesos.
Luego de varias semanas de investigación, los uniformados identificaron que cada vez que la banda delincuencial cometía un hurto se dirigía a Aracataca (Magdalena), donde se escondían. Pero la distancia no fue impedimento para desenmascararlos.
“A 10 horas de camino por carreteras nacionales se desplazaron las unidades de investigación de criminal de Santander, para llegar hasta la zona rural del municipio de Aracataca y captura a tres de estos delincuentes para que respondan por sus hechos”, según reportó la Policía.
La Seccional de Investigación Criminal e Interpol de Santander llevó a cabo cinco capturas por orden judicial de manera simultánea en una operación coordinada en los municipios de La Mesa de los Santos, Aracataca (Magdalena) y Piedecuesta (Santander).