Colombia está conmocionada por el fallecimiento de Yeni Judit Ariza Quiroga, la mamá de Los Patojos, reconocidos generadores de contenido del departamento de Santander. Mientras avanza la investigación para establecer las causas de su muerte, se conocen nuevos detalles.
La tragedia ocurrió al interior de una finca en el municipio de Jesús María, donde el padre de la víctima fue quien descubrió la situación. La mujer, de 45 años, estaba suspendida de una viga del techo de la vivienda. Al ver la escena, el hombre intentó auxiliarla y rápidamente desató el elemento que tenía amarrado en el cuello. Sin embargo, al ser liberada, ella quedó tendida en el suelo.
SEMANA tuvo acceso al expediente judicial en el que las autoridades han estado trabajando. Durante la inspección realizada por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), se concluyó que el cadáver de Ariza Quiroga no presentaba signos de violencia. Esta observación llevó a los funcionarios a formular una primera hipótesis sobre la causa de su muerte: al parecer, ella habría tomado la decisión de quitarse la vida.
Además del análisis del cuerpo, los detectives descubrieron un cuaderno en el que Ariza Quiroga habría escrito sus últimas palabras. Este hallazgo proporciona un contexto adicional y podría ofrecer una visión más clara sobre sus intenciones y el estado emocional en el que se encontraba antes de su fallecimiento. El cuaderno será fundamental para comprender mejor los eventos que llevaron a esta trágica decisión. La investigación continúa para confirmar la hipótesis y esclarecer todos los detalles del caso.
Sin embargo, hay elementos que despiertan sospechas en torno a esta muerte. Uno de los detalles que llamó la atención es que la letra con la que se escribió el texto en el cuaderno era aparentemente inusual y no correspondería con la escritura habitual de la víctima.
Ante este hallazgo, Andrés Ortiz, uno de los hijos de la mujer, solicitó a las autoridades una investigación más profunda. Ortiz cree que podría haber una intervención externa en el caso, sugiriendo que alguien habría obligado a su madre a redactar el mensaje en el cuaderno.
Además, sostuvo que una tercera persona podría haber estado presente en la parcela al momento de los hechos. Esta petición de investigación busca esclarecer todas las dudas y asegurar que se haga justicia en esta trágica situación.
“Mi mamá no se mató, a mi mamá la mataron, alguien estaba ahí. Había una nota, nos pedía perdón, pero la letra de ella estaba como cuando usted escribe una carta como nervioso, asustado, como si hubiera una persona ahí encima. Mi mamá no hizo eso, alguien más estaba ahí en ese momento”, expresó Ortiz.
Los hijos de la mujer indicaron que no había recibido amenazas ni enfrentaba dificultades con la familia. De hecho, aseguran que ella no se habría quitado la vida, ya que era una persona conocida por su tranquilidad y felicidad.
“Nunca la vimos triste, nunca la vimos aburrida, ella estaba enferma y llegábamos a grabar y se paraba de la cama y lo hacía con nosotros. Hace poco tuvo una cirugía y salió bien, mi mamá quería vivir. No queremos que la muerte quede impune, no fue suicidio, ella no iba a hacer eso, voy a pelear hasta lo último”, indicó Andrés.
Según sus testimonios, el carácter sereno y el bienestar emocional de la víctima contrastan con la idea de que habría tomado tal decisión. Esta discrepancia ha llevado a sus familiares a cuestionar la hipótesis inicial y a pedir una investigación más exhaustiva para esclarecer las circunstancias que rodean su trágica muerte.