Hace una semana, el pasado 23 de enero, iniciaron oficialmente las clases en los colegios públicos de Santander y más de 200 mil estudiantes retornaron a sus aulas escolares. Sin embargo, no todos encontraron a sus docentes y a la fecha no han podido recibir las cátedras como lo estipula el calendario académico.
Este es el caso del colegio José María Landázuri, donde más de 1000 estudiantes no han podido iniciar sus clases con normalidad debido a la falta de docentes. Ante esta situación, los alumnos deben asistir al colegio por turnos, dependiendo de la disponibilidad de los pocos profesores que quedaron en la institución.
“Son 1.050 estudiantes lo que están viviendo esta difícil situación debido a la negativa de la secretaría de Educación de nombrar docentes para tener normalidad académica. Desde el año pasado algunos docentes fueron retirados por orden de la misma secretaría, pero no se nombró ningún reemplazo. A la fecha nos falta ocho docentes y los estudiantes de secundaria son los más afectados”, contó Rafael Solano, rector del colegio.
A todo esto, se suma que desde agosto de 2022 el docente de Educación Física se encuentra incapacitado y hasta el momento nadie ha llegado a reemplazarlo, por lo cual estas clases están siendo improvisas o en algunos casos son omitidas.
Actualmente, la institución carece de docentes para las áreas de Inglés, Matemáticas y Física. “Algunos de ellos renunciaron y otros fueron trasladados por la secretaría de Educación el año pasado. Nosotros hemos tenido aumento de cobertura estudiantil e incluso se han abierto más cursos, pero no hay docentes y esto es preocupante”.
Ante esta situación, las directivas del colegio José María Landázuri han tenido que recurrir a los horarios de emergencia para poder cumplirle a los estudiantes. Sin embargo, la calidad del proceso de aprendizaje no es el mismo.
“Esto consiste en que una semana va un grupo y a la siguiente semana entonces va otro grupo, o puede ser por días, depende de los docentes que haya, se citan a tantos grupos y otros no se citan y al día siguiente lo mismo, eso se conoce en el sector como horario de emergencia por la falta de docentes tan significativa qué hay en este momento”, agregó el rector.
Poner en práctica estos horarios de emergencia, además de reducir la calidad educativa, tienen otro efecto colateral y es que los alimentos del Programa de Alimentación Escolar (PAE) se están perdiendo, debido a la intermitencia escolar.
“El PAE comenzó a funcionar desde el mismo lunes 23 de enero, pero ante la falta de docentes, los estudiantes no pueden asistir al colegio, entonces se pierden. Lo mismo va a suceder cuando se implemente el servicio de transporte escolar, porque se va subutilizar. No sabemos qué consecuencias jurídicas puede traer el hecho que estos servicios estén contratados, pero no se estén utilizando”, sostuvo Rafael Solano.
Así las cosas, tanto los estudiantes como las directivas del colegio José María Landázuri hacen un llamado a las autoridades de Santander para que les solucionen esta problemática de falta de personal y que así los estudiantes puedan volver a clase con normalidad.
“En nombre de todos nuestros estudiantes hacemos un llamado al gobernador de Santander y el secretario de Educación para que sin más dilataciones entren a arreglar este problema que nos tiene desesperados. Ya la comunidad educativa no aguanta más y de no tener pronta solución, tomará las vías, de hecho, la educación de nuestros alumnos está siendo vulnerada”, concluyó el rector.