Las fuertes lluvias y los deslizamientos de tierra, sumado a una falla geológica puso en riesgo la vida de cientos de familias en la comuna cuatro de Bucaramanga (Santander), por lo cual tuvieron que evacuar sus hogares y ahora viven en improvisados albergues.
Ante esta situación, la administración municipal esta semana inició con la socialización del programa de ayuda, tal como quedó contemplado en el plan de acción que se diseñó tras ser declarada la calamidad pública al finalizar el mes de marzo.
De acuerdo con el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo, cerca de 420 familias afectada que residían en el barrio La Feria y los asentamientos humanos Cuyanita y Camilo Torres recibirán subsidios de arrendamiento para que puedan, poco a poco, cubrir sus necesidades.
“También vamos a entregar constantemente ayudas humanitarias consistentes en kits de mercados, aseo y elementos de cocina. Estas familias afectadas se incorporarán en un programa de vivienda para su reubicación definitiva y que retornen a su vida normal”, detalló Luis Ernesto Ortega, director de Gestión de Riesgo de la Alcaldía de Bucaramanga.
La ayuda económica está proyectada para ser entregada por seis meses y con la posibilidad de una prórroga de otros seis meses, esto con el propósito que los ciudadanos afectados puedan tener tiempo suficiente para que evalúen las alternativas que tienen y reubicarse en una vivienda de manera definitiva.
El funcionario explicó que en la evaluación de los hogares que fueron beneficiados se verificó que las familias pertenecieran realmente a la población afectada y cumplieran con las condiciones requeridas por la Administración municipal para acceder al subsidio.
¿Qué está pasando en este sector?
El drama para estas familias, que actualmente en su mayoría son migrantes, inició el pasado 12 de marzo, cuando tras un sismo apareció una enorme grieta en la calle principal del barrio La Feria, La Cuyanita y Camilo Torres, parte alta y parte baja, ubicados sobre la escarpa occidental de la capital de Santander.
Dicha grieta pasó de medir centímetros a más de un metro de profundidad e incluso se extendió a varias viviendas, es tan grave la situación generada por esta falla geológica que algunas casas ya colapsaron. Solo este fin de semana tres inmuebles se fueron al piso.
“Aquí en el barrio La Feria somos gente honesta y trabajadora. Somos vulnerables, a esta vía hace como cuatro meses le echaron la malla vial y no sabemos esos agrietamientos por qué”, señaló la presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio La Feria, Isabel Celis.
En un primer informe, la oficina de Gestión del Riesgo indicó que hay 800 metros de terreno afectado de manera directa, dos kilómetros con posibles afectaciones o afectados de manera indirecta, y una grieta de más de tres kilómetros de distancia lineal.
De acuerdo con la comunidad, de no realizarse una intervención a tiempo para controlar el deslizamiento de tierra, la próxima vivienda en colapsar sería el Ágora. Así mismo, el peligro es latente debido a que en la parte baja del talud aún hay varias familias que no quieren desalojar sus hogares, porque no tienen a dónde ir.
Las afectaciones en el sector están asiendo atendidas mediante un plan de acción de cuatro etapas, de las cuales la primera ya se ejecutó y la segunda está en desarrollo. La tercera etapa es la finalización del estudio de Amenaza, Vulnerabilidad y Riesgo, para seguidamente arranca con las obras de mitigación y estabilización.
La fase final consiste en llegar a acuerdos con el Gobierno nacional para estudiar posibles reubicaciones, en proyectos de vivienda de interés social a la población afectada.