Como falta de compromiso han catalogado el retraso de más de tres horas del presidente Gustavo Petro al departamento de Santander, donde se había comprometido con los campesinos de esta región a reunirse a partir de las 11:00 a. m. de este viernes 3 de febrero, con el propósito de establecer acuerdos en cuanto a la delimitación de los páramos de Santurbán y del Almorzadero.
“Nosotros sí cumplimos, ¿pero dónde está el presidente?, lo estamos esperando aquí bajo el sol desde muy temprano y no ha llegado a reunirse con nosotros. ¡Qué falta de compromiso!”, manifestó uno de los asistentes.
Pues miles de campesinos se encuentran esperando la llegada del jefe de Estado al estadio Ramón Rojas Herrera, del municipio de Málaga, Santander, donde al principio se había dicho que la reunión estaba atrasada media hora, pero ya completa más de tres horas.
Lo cierto es que cerca de 7.000 campesinos le expondrán al presidente por qué no están de acuerdo con la Ley 1930 de 2018, la cual dicta disposiciones para la gestión integral de los páramos en Colombia.
En la reunión, además del primer mandatario de los colombianos, participarán algunos ministros y representantes de la Federación Nacional de Páramos, principalmente de los páramos de Santurbán, Almorzadero y Cocuy, para el caso de Boyacá.
Ahora, con este encuentro, los campesinos de Santander buscan demostrar que en inmediaciones de los páramos viven miles de familias, cuyo sustento son las actividades agrícolas (cultivos de papa, cebolla y producción de cárnicos). Es decir que al entrar en vigencia la ley en mención no podrían seguir realizando sus labores ancestrales de campo.
“Son varias las motivaciones que tenemos, pero lo principal es que nos dejen desarrollar la agricultura en estas 37 despensas agrícolas de la nación. Los habitantes de los páramos no podemos pagar las consecuencias de la contaminación que generan las multinacionales, la megaminería y el mal uso de los recursos naturales”, explicó un líder campesino.
Otro de los puntos a tratar en la reunión será la promulgación de la Ley de delitos ambientales, a mediados de 2022, toda vez que en esta se castiga drásticamente la actividad agrícola en las zonas que se consideran protegidas, pero desde que hace mucho tiempo hay cultivos. “Por ejemplo, si sembramos una mata de cebolla y ellos lo consideran delito ambiental, tendremos que pagar millonarias multas que no podremos costear”.
Un tercer punto a discutir será la titulación predial, toda vez que hay muchos productores con la incertidumbre sobre el terreno para cultivar. Esta petición involucra en mayor medida a los habitantes del páramo del Almorzadero, pues algunos terrenos figuran con falsa tradición.
La discordia también se desató por la titulación predial, ya que, para el caso del páramo del Almorzadero, los lugareños afirmaron que se necesita “la legalización de nuestras tierras”.
Cabe recordar que el pasado viernes 20 y sábado 21 de enero, más de 1.500 agricultores de los departamentos de Santander y Norte de Santander, pausaron sus actividades cotidianas para alzar su voz y exigir que se reevalúe la delimitación de las actividades agrícolas en los páramos del oriente colombiano.