Un acto de rebeldía de un grupo de jóvenes terminó convertido en un violento motín en el centro de reclusión de menores del municipio de Piedecuesta, en Santander. Autoridades intentan controlar la situación, pero se viven momentos de tensión.
De acuerdo con el alcalde de Piedecuesta, Mario José Carvajal, un grupo de aproximadamente 10 jóvenes aprovechó un descuido del personal de custodia e ingresaron a la cocina, de donde tomaron cuchillos y elementos cortopunzantes; posteriormente, iniciaron la revuelta a la cual se fueron sumando más menores de edad, quienes se encuentran privados de la libertad.
“Hay un motín de los jóvenes, están amotinados y no quieren dialogar con nadie ni con la Procuraduría ni la Defensoría. Se metieron al cuarto de la cocina y sacaron cuchillos, palos, del cuatro de la herramienta sacaron una motosierra y amenazan con reventar unos cilindros de gas”, dijo el mandatario local.
Al lugar se trasladó la Policía Metropolitana, la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo), personal del Instituto de Bienestar Familiar (ICBF) y el Cuerpo de Bomberos de Piedecuesta, toda vez que los adolescente le prendieron fuego a las colchonetas.
En videos captados por la comunidad e incluso por los padres de algunos menores de edad, se observa cómo algunos de ellos están armados, otros escalaron las rejas con el propósito de escapar. Sin embargo, hasta el momento no se reportan fugas.
Con megáfonos en mano y en medio del llanto las madres han pedido a sus hijos aceptar el diálogo y terminar el motín. “Ellos nos dicen que hay seis heridos, uno está de gravedad, le prendieron fuego a la parte de atrás donde duermen. Ellos están haciendo esto porque necesitan ser escuchados, necesitamos que Derechos Humanos haga presencia para que nos los maltraten”, dijo la madre de uno de los adolescentes privados de la libertad.
En este centro de reclusión se encuentran internos cerca de 290 menores de edad. Aunque el grupo Undmo intentó ingresar al lugar, no fue posible debido a la delicada situación e incluso el fuego se extendió; sin embargo, los bomberos lograron controlar el conato de incendio.
El motín, al parecer, se habría presentado a raíz del maltrato que reciben los menores de edad por parte del personal de custodia. Otra madre aseguró que su hijo el fin de semana fue apuñalado y pese a denunciar y pedir explicaciones de lo ocurrido, nadie le dio respuesta.
“Mi hijo está herido en el cuello y en la espalda, lo hirieron el domingo y no pasó nada. Unos educadores hace un año me lo golpearon en la cabeza, me lo dejaron inconsciente y no pasó nada; entonces por eso ellos llegan a estas medidas extremas. Nadie responde por lo que pasa allá adentro”, indicó la mujer.
La Policía acordonó el sector para evitar que los padres de familia ingresaran al centro de reclusión y a su vez, evitar que alguno de los menores de edad escapara.
“Estamos cansados que nos menosprecien, no nos dejan hablar con nuestras madres. Hoy a más de uno le pegaron, nos toca defendernos; nosotros queremos dialogar, pero todo siempre es igual, no cumplen nada”, gritaban los jóvenes que subieron al techo del centro de reclusión.
Cabe recordar que no es la primera vez que se presenta un amotinamiento en este lugar, pues en 2019 se presentó una situación similar que dejó tres menores de edad muertos.