Entre la vida y la muerte se debate un joven 29 años tras ser cruelmente atacado por un grupo de delincuentes que lo interceptó cuando se dirigía a su vivienda en la ciudad de Bucaramanga (Santander). Una persona fue capturada por este hecho.

Dos semanas completa Johan Andrés Becerra Suárez luchando por sobrevivir y bajo pronóstico reservado en el Hospital Universitario de Santander (HUS), a donde llegó el pasado 5 de octubre como N. N., tras haber recibido una puñalada en medio de un hurto.

La violenta escena ocurrió en la calle 45 con carrera 17, centro de la capital santandereana, por donde caminaba Johan Andrés, quien iba rumbo a su hogar, ubicado en el barrio Comuneros. En el camino fue abordado por tres personas, dos hombres y una mujer, quienes con cuchillo lo amedrentaron para que entregara sus objetos personales.

Al parecer, Becerra Suárez opuso resistencia al atraco e intentó forcejar con los delincuentes, quienes sin contemplación le propinaron una puñalada en el pecho, la cual le rozó el corazón. Luego, con las pertenencias ajenas, salieron corriendo del lugar.

Versiones preliminares indican que los ladrones se robaron un bolso, la billetera, una biblia y hasta los zapatos que llevaba puestos Johan Andrés, quien minutos antes había salido de la iglesia a la cual está congregado.

El joven fue encontrado por una patrulla de la Policía, cuyos uniformados inicialmente creyeron que era un habitante en condición de calle y había estado involucrado en una riña. Sin embargo, las primeras pesquisas revelaron que Johan Andrés es un hombre dedicado a predicar la palabra de Dios. Fue trasladado hasta el HUS, donde permanece en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en estado crítico.

Luego de la reacción de las autoridades, a pocos metros del lugar habría sido capturada la mujer señalada de presuntamente apuñalar a Johan Andrés, mientras que los cómplices habrían logrado huir.

Ahora, la familia de Johan Andrés Becerra Suárez hace un llamado a las autoridades para que den celeridad en el proceso de investigación y los responsables de este trágico hecho sean castigados. Así mismo, piden a la comunidad bumanguesa colaboración para que donen sangre (tipo O-) a nombre del joven.

Así como el caso de Johan Andrés, en Bucaramanga se han registrado decenas de hechos de inseguridad que incluso han cobrado la vida de varias personas.

Por ejemplo, uno de los casos que conmocionó a la ciudad ocurrió la noche del miércoles 17 de agosto. Eran cerca de las 9:50 p. m. cuando Luz Dary Surmay Muñiz se movilizaba en una motocicleta de placas KNQ 155 por la calle 93 con carrera 34, justo al frente del centro comercial Cacique; allí dos sujetos a bordo de otra moto se acercaron a ella para presuntamente despojarla de sus pertenencias.

El hombre que iba como parrillero, al parecer, habría intentado raparle el bolso a Luz Dary, situación que la llevó a perder el control del vehículo y, a su vez, caer aparatosamente sobre la vía.

La mujer quedó gravemente herida, mientras que los atracadores escaparon a toda velocidad del lugar. Minutos después, Luz Dary fue traslada hacia la Clínica Bucaramanga, donde ingresó cómo N. N. a una unidad de cuidados intensivos (UCI) debido a un trauma craneoencefálico severo.

Pese al esfuerzo médico, no logró reponerse del brutal golpe y falleció sobre las 9:30 a. m. del jueves 18 de agosto.