Hace más de seis años, Diego Armando Amaya Pérez aceptó que torturó, asesinó y enterró en el patio de su vivienda a Yolsabet Durán Guzmán, una joven médica de 24 años; por este atroz crimen que se registró en Barrancabermeja, Santander, Amaya Pérez fue sentenciado a más de 20 años de prisión tras un acuerdo con la Fiscalía.

Sin embargo, en las últimas horas, en medio de una audiencia virtual, la jueza 5 penal de Barrancabermeja le concedió la libertad y el hombre logró salir de la cárcel de Palo Gordo, ubicada en el municipio de Girón, por vencimiento de términos.

“Es oportuno considerar la solicitud que eleva la defensa porque acá Diego Armando está privado de la libertad más de cinco años, sin que a la fecha se haya producido un fallo condenatorio”, expresó la togada en medio del proceso.

La decisión ocurrió “luego de que la sala penal del Tribunal Superior de Bucaramanga ordenara la revisión del proceso, justamente porque cuando se condenó por homicidio no se contaba con las pruebas suficientes como la autopsia de medicina legal que demuestra señales de violencia y tortura entre otras”, explicó la familia de la víctima en un comunicado.

La salida de Diego Armando ha causado indignación y rechazo tanto en la familia de Yolsabeth, como en las autoridades departamentales y la comunidad en general, toda vez que el pasado 19 de agosto, en otra audiencia, la Fiscalía le imputó el delito de feminicidio agravado al agresor. Delito por el cual la pena, según la ley, debería ser más alta.

“Es producto de la lentitud en la administración de justicia de los estrados judiciales en sus diferentes instancias (...). En la audiencia anterior, la Fiscalía le imputó cargos por feminicidio agravado por encontrar que las pruebas suficientes para tal delito. El juzgado quinto de Barrancabermeja de Control de Garantías le cambió la medida de aseguramiento y puso en libertad a este criminal, exponiendo el desarrollo del proceso, ya que se puede dar a la fuga y no comparecer más ante la justicia, dejando a las víctimas sin verdad, justicia y reparación por todo el daño causado”, se lee en el comunicado.

Por su parte, el gobernador de Santander, Mauricio Aguilar Hurtado, también hizo un llamado para que este caso no quede impune y el señalado agresor pague la totalidad de la pena.

“Respetando la separación de poderes, competencia y autonomía de los jueces, reitero mi petición para que el feminicidio de esta santandereana, ocurrido en el Distrito Especial de Barrancabermeja, no quede impune y que el responsable reciba la máxima pena”, dijo Aguilar en su cuenta de Twitter.

Cabe recordar que el brutal asesinato de Yolsabet Durán Guzmán se registró el 22 de noviembre de 2016 luego de que la joven, quien laboraba en el Centro de Salud Versalles, en Barrancabermeja, desapareciera.

De acuerdo con la investigación, aquel día fue vista en compañía de Diego Armando Amaya Pérez, quien era considerado amigo de la familia, en un establecimiento comercial. Luego la médica fue llevada a una vivienda en la calle 50 con 35 del barrio Miraflores, donde el 23 de noviembre fue hallada muerta y enterrada en el patio.

Yolsabet y Diego se habrían conocido en un grupo juvenil de la iglesia a la que ambas familias asistían. El 24 de noviembre de 2016, el agresor se entregó a las autoridades. El cuerpo sin vida de Durán Guzmán presentaba múltiples signos de tortura.