Momentos de angustia vivió una madre en Bucaramanga, Santander, luego de que su pequeño hijo quedara encerrado en el apartamento donde residen. Por fortuna, el incidente no pasó a mayores y el menor de edad se encuentra bien.
La situación se presentó en un edificio ubicado en calle 45 con carrera 19, zona céntrica de la capital santandereana, minutos después que la madre salió de la vivienda hacia donde una vecina. El niño, en medio de su inocencia, pasó el seguro a la puerta y luego no fue capaz de volver a abrir.
Ante la situación, el pequeño comenzó a llorar y la progenitora se percató de lo ocurrido. Aunque inicialmente la mujer acudió a un cerrajero, no fue posible abrir la puerta del apartamento; por lo cual el cuerpo de bomberos de Bucaramanga acudió al lugar.
“Había cerrado la puerta de ingreso de un quinto piso de manera accidental y pasó el cerrojo. La mamá no pudo ingresar al apartamento y no había otra posibilidad porque el cerrajero no tuvo la posibilidad. Con la canasta ingresamos por el balcón para rescatarlo”, señaló el teniente Edgar Ochoa de bomberos Bucaramanga.
Y agregó que: “sabemos que contamos con personal experto en alturas y en rescate que además está calificado para hacer esta clase de hazañas que se realizan con la mayor responsabilidad”.
Tan pronto el rescatista ingresó por la ventana, encontró a al menor atacado en llanto y asustado. Sin embargo, logró calmarse cuando nuevamente estuvo en los brazos de su madre.
Así mismo, los bomberos hicieron un llamado a los padres para no dejar solos en ningún momento a los niños, en especial cuando son tan pequeños, pues los accidente se pueden presentar en cuestión de segundos.
Rescatan a dos niños de las aguas del río Atrato
Dos menores de edad cayeron al río Atrato mientras se movilizaban en una canoa por el municipio de Vigía del Fuerte, ubicado en la subregión del Urabá antioqueño. La reacción inmediata de las autoridades evitó una tragedia. Ambos fueron rescatados por las unidades de la Armada Nacional que estaban inspeccionando la zona.
Los niños de ocho y diez años fueron arrastrados por las fuertes corrientes de este afluente que nace en El Carmen de Atrato y desemboca en el golfo de Urabá. Sus condiciones lo convierten en el tercero río con mayores capacidades de navegación del país, por detrás del Magdalena y del Cauca. El riesgo de los menores era inminente.
Ellos estaban montados sobre una embarcación que se ladeó por las condiciones climáticas en el área general de esta población. En las últimas horas se ha presentado un incremento en su caudal por las fuertes precipitaciones que se han descargado, antesala de la segunda temporada de lluvias que se extenderá desde septiembre hasta diciembre.
Luego de implementar varias técnicas, los niños se pudieron mantener a la vista de los uniformados mientras lograban acercarse a ellos. En imágenes registradas por los miembros de la institución se ve que uno de los integrantes de la patrulla estiró su mano hacia el agua donde lo estaban esperando los brazos de los menores de edad.