Una vez más un paseo familiar terminó en desdicha en el departamento de Santander. En esta ocasión, un joven de 19 años, fue reportado como desaparecido tras tratar de cruzar el embalse de Topocoro.
La víctima es identificada como Ludwing Kamilo Zabala Neira, quien se encontraba departiendo con su familia en este lugar en horas de la mañana del domingo 5 de febrero.
Por su parte, el capitán Andrés Escobar, comandante de la unidad de operaciones especiales en emergencias y desastres de Santander, entregó una hipótesis de los hechos y hace una recomendación a la ciudadanía.
“Es una imprudencia teniendo en cuenta que una represa no es para desarrollar ese tipo de actividades de natación sin una supervisión. Los factores que pudo haber sucedido, el más recurrente, es un calambre por el choque térmico, de pronto la inexperiencia del ciudadano”, mencionó el oficial.
Hasta el momento, los organismo de socorro y rescate intensifican la búsqueda del cuerpo, sin respuesta alguna; se espera que en el transcurso de este lunes 6 de febrero, se continúa con los labores de salvamento.
“Aquí el llamado es a la ciudadanía para no realizar ese tipo de acciones inseguras, ellos se encontraban en unas islas, ese sector es sumamente complejo por la inclinación en la laguna, por la profundidad que presenta esta represa”, puntualizó el comandante.
Tragedia en río Magdalena
El pasado lunes 16 de enero, Luis Miguel Bedoya Duque salió de su vivienda sin decir para dónde, ni qué iba a hacer, ese fue el último día que lo vieron con vida. La situación causó extrañeza entre sus seres queridos, quienes al ver que con el paso de las horas el joven no regresaba comenzaron a buscarlo.
Durante aquel lunes, y los dos días siguientes (martes y miércoles), no hubo noticias del joven. Sin embargo, la madrugada del jueves, Luis Miguel se comunicó con su progenitora, a través de una llamada.
De acuerdo con la familia Bedoya Duque, el joven alcanzó a decir: “hola madre”, luego la llamada finalizó; al parecer le quitaron el teléfono y nuevamente el rastro se perdió. Los sentimientos de angustia y zozobra incrementaron.
En horas de la tarde de aquel jueves, 19 de enero, en Puerto Berrío corrió el rumor que un cuerpo con las características de Luis Miguel flotaba en aguas del río Magdalena. En seguida, la familia comenzó a buscar la forma de contratar un transporte fluvial para ir a buscarlo en el río, ya que ni las autoridades ni la administración municipal cuenta con transporte para este tipo de emergencias.
El cadáver fue detenido por pescadores en el sector conocido como la Cascajera, en inmediaciones de la vereda Santa Cruz de Puerto Berrío, hasta donde llegó la familia y confirmó que efectivamente sí era Luis Miguel Bedoya Duque.
“Guardábamos la esperanza de encontrarlo con vida, nos dijeron de un cuerpo, lo vimos y sí era él”, dijo un familiar del joven.
Personal del CTI de la Fiscalía arribó al lugar, donde efectuó la inspección técnica y levantamiento del cuerpo, el cual fue llevado hacia la morgue de Medicina Legal en Barrancabermeja (Santander). Sin embargo, debido al alto grado de descomposición en el que se encontraba, fue remitido hacia la ciudad de Bucaramanga.
En medio del análisis forense se determinó que Luis Miguel había sido asesinado y lanzado al río Magdalena para que desapareciera. El cuerpo presentaba dos impactos de arma de fuego, en la cabeza y a un costado del abdomen.