Se confirmó que ya son nueve las personas que han muerto violentamente en el municipio de Landázuri, tras la masacre registrada en las últimas horas.

Los primeros cuatro fueron los integrantes de una misma familia y, luego del crimen, la comunidad asesinó a las otras cinco personas que habrían protagonizado la matanza en la zona rural de esta población.

Según se conoció, justo cuando los agresores emprendían la huida, una turba enfurecida habría logrado retener en ese momento a dos de los cinco involucrados, a quienes sometieron a un linchamiento que los habría dejado sin vida.

“La gente se tomó a la fuerza de la mano propia y pues acabó con la vida de los cinco asesinos que causaron esta tragedia. Hasta el momento hay uno que no lo han encontrado, pero por información de la misma comunidad se dice que está muerto”, aseveró en SEMANA Marlon Ballén, alcalde de Landázuri.

De acuerdo con la información suministra por las autoridades, todo comenzó en la madrugada de este domingo al interior de una vivienda de la vereda Buenos Aires del corregimiento Plan de Armas.

En medio de una riña generada por presuntos hechos de intolerancia, un grupo de cuatro hombres habría arremetido con armas blancas contra las cinco personas que estaban en la residencia.

En ese momento murió Álvaro Díaz, quien era el padre de familia y se desempañaba como docente. También fallecieron su esposa y sus dos hijos, un joven de 20 años y una niña de 13 años.

Al parecer, otra mujer que resultó lesionada en medio de la confrontación, identificada como Natalia Calle, alcanzó a salir de la casa para avisarle a los vecinos con el fin de que los auxiliaran de la tragedia.

La comunidad acudió al llamado y se desató una asonada contra los supuestos delincuentes que tendrían nacionalidad venezolana, así lo confirmó el gobernador de Santander, Mauricio Aguilar.

“Esta misma ha hecho justicia por su cuenta, quitándole la vida a cuatro de los asesinos. Hay otra quinta persona que se está buscando y que haría parte de este macabro crimen”, señaló el mandatario departamental.

Desde que se conoció el desenlace de la emergencia, se han realizado dos consejos de seguridad ante el riesgo que hay en el municipio a razón de que se podrían presentar retaliaciones por los asesinatos.

La Fuerza Pública dispuso un operativo especial para blindar a los habitantes y se decretó toque de queda nocturno desde las seis de la tarde de este domingo hasta las primeras horas del lunes por la alteración de orden público.

Ahora bien, la Fiscalía General de la Nación informó que un equipo especializado del ente de acusación se desplazó hacia la zona afectada por la masacre para avanzar en las labores urgentes y priorizar el esclarecimiento.

“Desde el momento en que la Fiscalía conoció hechos registrados en Landázuri, se destacaron fiscales, criminalísticos e investigadores del grupo de homicidios colectivos para atender actos urgentes”, señaló la entidad judicial.

Las voces de rechazo frente a este crimen no se han hecho esperar. Desde varios sectores de la sociedad han reprochado la masacre y pidieron acciones contundentes que lleven a esclarecer la lamentable situación.

En primer lugar, la Defensoría del Pueblo expresó solidaridad para los familiares de las víctimas y afirmó estar atenta a las condiciones de seguridad del municipio de Landázuri, alterado por los nueve asesinatos.

“Rechazamos el asesinato de un profesor, su esposa y sus dos hijos, entre ellos una niña de 13 años, en zona rural de Landázuri. Nuestra solidaridad para los familiares y la comunidad. Regional Magdalena Medio participa en consejo de seguridad”, dijo el Ministerio Público.

Mientras Magda Liliana Buendía, procuradora regional de Santander, le pidió a la Policía y al Ejército Nacional un informe sobre lo acontecido en esa población. También le solicitó al alcalde adoptar medidas restrictivas para garantizar la integridad de los habitantes.

De acuerdo con las estadísticas del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), en lo que va corrido de 2022, se han cometido 77 masacres en el país. La ocurrida en Santander ha sido una de las más delicadas que se ha registrado en los últimos tiempos.