Paredes agrietadas, techos a punto de caerse, ventanas quebradas y salones en mal estado son algunos de los problemas que día a día soportan los estudiantes y docentes del Custodio García Rovira, ubicado en el municipio de Málaga (Santander).
Esta institución educativa fue construida hace más de 60 años, sin embargo, no ha recibido el mantenimiento necesario y actualmente cerca del 80 % de la infraestructura se encuentra en mal estado, situación que tiene en riesgo la vida de más de 800 estudiantes, directivos y docentes.
Pese a que se han tramitado tutelas y los jueces han fallado a favor de la comunidad educativa, las soluciones a esta problemática no llegan. El peligro es inminente. “Este colegio lleva más de siete años sin tener habilitados sus laboratorios de física y química porque la estructura se encuentra colapsada, amenaza de ruina la mayor parte de toda la estructura, viéndose afectada los laboratorios, los salones, las áreas administrativas, la rectoría, la biblioteca, el auditorio, la sala de profesores”, señaló la Personería municipal.
En ese sentido, los estudiantes han sido limitados a recibir sus clases (Biología, Química y Física) únicamente de manera teórica; incluso, varias promociones se graduaron sin conocer los laboratorios del colegio.
La molestia de la comunidad educativa radica en la falta de atención de las autoridades departamentales, quienes pese a que el fallo de la tutela ordena tomar medidas urgentes para que los estudiantes puedan tener espacios de formación seguros, no se vislumbra ninguna solución pronta.
“La tutela la presentamos el año pasado y quedó ratificada, se tiene que ejecutar y cumplir, lo que nosotros pedimos es que la cumplan. La tutela lo que ordena es hacer un colegio nuevo o hacer las adecuaciones técnicas para garantizar la protección del servicio, que no vaya a ocurrir ninguna tragedia con nuestros niños”, agregó la entidad.
La orden del fallo va dirigido a la Alcaldía de Málaga, en conjunto con la Gobernación de Santander, Secretaría de Educación, el Ministerio de Educación y la Unidad Departamental de Santander de Gestión del Riesgo.
En la tutela se detalla que una de las situaciones más preocupantes se encuentra en la zona de celaduría, “toda vez que se evidencia una grieta en las paredes y el suelo levantado. Por otra parte, en los pasillos se evidencia el desprendimiento del techo, el cual hicieron referencia que es a causa de la filtración de humedad”.
La rectoría del colegio presenta grietas y levantamiento del suelo; en las zonas de Secretaría y Pagaduría también hay problemas de levantamiento de suelo. Mientras que en el baño de las mujeres está a punto de colapsar y, adicional a esto, se presenta devolución de las aguas negras.
Esta situación deja en evidencia la vulneración de los derechos fundamentales de la comunidad académica y por ello, hacen un llamado a las autoridades para que cumplan con lo ordenado en la tutela y así el proceso de aprendizaje de los estudiantes no se vea afectado.
“Requerimos una intervención de carácter urgente, teniendo en cuenta que la accesibilidad material del derecho a la educación implica que los alumnos reciban el servicio educativo en condiciones dignas, ya que resulta necesario que la prestación el servicio educativo sea mediante condiciones que protejan la vida y el bienestar de las personas al interior de dicha institución”.