Un estudiante de 16 años fue atracado y posteriormente drogado por sujetos desconocidos, quienes lo dejaron tirado en una calle convulsionando en el norte de la ciudad de Bucaramanga, capital del departamento de Santander.
De acuerdo con José Caballero, padre de la víctima, los hechos se registraron luego de que su hijo saliera de su colegio ubicado en el barrio San Rafael y tomara la ruta Ciudad Norte, operada por la empresa Transcolombia, con destino al Café Madrid.
“El bus no terminó el recorrido y lo dejó en la Iglesia del Café, por la principal, por arriba, porque él iba solo. El niño le dijo que él iba para el Café directamente, hasta la parte de abajo, pero el conductor le respondió que se devolvía ahí y le tocó bajarse. En ese sector lo abordaron dos personas, lo intimidaron con un cuchillo y le quitaron todas las pertenencias, de ahí para allá él no se acuerda nada”, contó el papá del menor de edad.
Los delincuentes le habrían suministrado al niño, al parecer, escopolamina, por lo que unas señoras que iban pasando por la zona lo encontraron convulsionando en el piso y de inmediato lo auxiliaron y se lo llevaron para el Hospital del Norte.
Seguido de eso, las mujeres reconocieron el uniforme y se desplazaron hasta el colegio para dar aviso a los familiares. Sin embargo, el estudiante siguió convulsionando, por lo que fue necesario remitirlo al Hospital Universitario de Santander, donde por fortuna reaccionó.
“Allá lo internaron, lo atendieron y ya esta mañana evolucionó, ya habla, ya conoce a las personas porque él estaba desorientado, él no sabía ni cómo se llamaba, ni quién era. Ya hablamos con él y me dijo que dos personas lo abordaron y de un momento ahí comenzó a sentirse mal y no se acuerda nada más”, contó el padre.
Ante esta situación, los familiares del menor piden a las autoridades tomar cartas en el asunto y buscan visibilizar este caso con el fin de evitar que otros estudiantes también sean víctimas de la delincuencia que azota a la ciudad.
Duro golpe contra la delincuencia en Bucaramanga
Durante 10 meses, la Policía Metropolitana de Bucaramanga a través del Grupo Antisecuestro y Antiextorsión Gaula, le siguió los pasos a tres hombres quienes, presuntamente, serían los responsables de múltiples robos de motocicletas. Luego del hurto, el grupo extorsionaba a los dueños para la devolución del vehículo.
Varios de los hechos delictivos perpetrados por estos sujetos, según las autoridades, quedaron registrados en cámaras de seguridad de diferentes sectores del área metropolitana de Bucaramanga. La organización, al parecer, delinquía bajo órdenes de Juan Pablo Gamboa Quintana, conocido como alias Grampa.
“Estas personas se dedican al hurto de motocicletas bajo la modalidad de halado y extorsión en el área metropolitana de Bucaramanga. Fue necesario recurrir a técnicas de investigación criminal y a un análisis morfológico para determinar la identificación de estos tres hombres”, explicó el brigadier general José James Roa Castañeda, comandante Policía Metropolitana de Bucaramanga.
El denominado ‘halado’ es una de las modalidades de hurto de vehículos más utilizadas, ya que tiene como factor principal el descuido del conductor, lo que facilita la comisión del delito. Estos delincuentes, según reveló la Policía, se llevaban las motos que usualmente estaban estacionadas en sitios públicos y sin la supervisión de sus dueños. Horas después, se comunican con los propietarios para exigir considerables cantidades de dinero, a cambio de regresarles el vehículo.
“Por esa moto estamos pidiendo dos quinientos (dos millones quinientos mil pesos) ¿Cuánto nos ofrece usted o si no la enviamos para una finca? Nos transfiere la plata a una cuenta o Nequi, lo que sea, y se la dejamos tirada por ahí en el Centro de Bucaramanga”, se escucha decir a uno de los ladrones a una de las víctimas, de acuerdo con un audio revelado por la Policía.
Asimismo, la investigación detalla que cuando los dueños de las motocicletas se negaban a pagar la extorsión, les adulteraban los guarismos de identificación a las motocicletas como, por ejemplo, el motor, chasis y placa (gemeleo); esto con el objetivo de comercializarlas a grupos al margen de ley que operan en el Magdalena Medio.
“Con la captura de este cabecilla, dedicado al hurto de motocicletas y extorsión ,se ataca significativamente los eslabones de la cadena criminal y se esclarecen 12 casos en los cuales estarían implicados. Este grupo delincuencial mensualmente recibía un aproximado de 80 millones de pesos por su actuar criminal”, agregó el brigadier general Roa Castañeda.
No contentos con el hurto de motocicletas y la extorsión, estos tres sujetos también presuntamente se dedicaban al hurto de personas y de usuarios de entidades financieras. Además, serían responsables de varios homicidios registrados en el área metropolitana de Bucaramanga.
“Dentro de la diligencia de allanamiento se encontraron celulares que figuran como hurtados y documentos de identidad de posibles víctimas. El cabecilla de este grupo delincuencial tiene anotaciones judiciales por receptación, porte ilegal de armas, hurto agravado, tráfico de estupefacientes y homicidio”, detalló el comandante de la Policía.
Tras el operativo, estos tres sujetos fueron dejados a disposición de la Fiscalía, entidad que les imputó cargos por los delitos de extorsión agravada y ataque contra servidor público. Sin embargo, solo dos fueron enviados a prisión por decisión de un juez de control de garantías y el restante quedó en libertad, pero vinculado al proceso judicial.
“Continuaremos trabajando articuladamente con la Fiscalía General para seguir asestando este tipo de operaciones y poniendo en buen recaudo de las autoridades aquellas estructuras dedicadas a la comisión de delitos en toda el área metropolitana de Bucaramanga”, expresó el comandante.
En lo corrido de este año, según la Policía, en el área metropolitana de Bucaramanga han sido capturadas 81 personas por el delito hurtos a motocicletas y se han recuperado 288 motocicletas.