Luego de las múltiples denuncias hechas por los bumangueses, ante la ola de inseguridad que azota la ciudad, las autoridades han reforzado las medidas de seguridad e incrementado los operativos en diferentes sectores, principalmente en los considerados como críticos.
Este jueves, la vía que comunica a Bucaramanga con Cúcuta, Norte de Santander, fue el escenario de uno de estos robustos operativos, que busca controlar el ingreso de población migrante e inspeccionaron a fondo los vehículos de servicio público interdepartamental, de carga y particulares.
De acuerdo con las autoridades, con la verificación de antecedentes judiciales, estatus migratorio, entre otras acciones, se pretende prevenir la comisión de delitos en Bucaramanga, principalmente el expendio de drogas y porte ilegal de armas.
“Más de 100 ciudadanos, entre nacionales y extranjeros, fueron sometidos a procesos de registro y control. Los operativos no paran, cada 12 días desarticulamos una banda y cerca de 2.500 personas han sido capturadas en lo corrido del año”, dijo Juan Carlos Cárdenas, alcalde de la capital santandereana.
En lo corrido de este año, 17 personas de nacionalidad venezolana han sido expulsados de la Ciudad Bonita, por estar implicados en hurtos, riñas y porte de armas. Asimismo, se han identificado 32 menores de edad migrantes en condición de mendicidad infantil, quienes quedaron bajo custodia del Instituto de Bienestar Familiar (ICBF) para el restablecimiento de sus derechos.
El mandatario bumangués aseguró que los controles interinstitucionales se seguirán llevando a cabo en parques, semáforos, plazoletas y demás escenarios públicos para verificar la regularidad de ciudadanos extranjeros.
“Tanto nacionales como extranjeros deberán respetar las normas de convivencia. Continuaremos trabajando en la construcción de una ciudad más segura”, agregó el alcalde.
Gobernador exigió más resultados
En las últimas horas, Mauricio Aguilar Hurtado, gobernador de Santander, envió un mensaje contundente a los alcaldes municipales, Policía y Ejército para que generen estrategias que permitan recuperar y preservar la seguridad.
El mandatario solicitó establecer “puestos de control dentro de la ciudad y en puntos de ingreso con presencia autoridades de Policía Judicial para comprobar antecedentes, garantizar la seguridad y recuperar la confianza en la ciudadanía afectada gravemente”.
Y agregó que los alcaldes, especialmente los del Área Metropolitana, debían “amarrarse los pantalones” frente a los hechos de inseguridad. “Hoy la percepción de inseguridad en el área metropolitana es grande, no coincide con las cifras que se entregan. Llevamos consejo tras consejo y necesitamos brindar soluciones”.
Por su parte, la Secretaría del Interior de Bucaramanga sostiene que la seguridad es un propósito compartido y por ello se están fortaleciendo las redes de apoyo entre la comunidad, fuerza pública y el sector privado.
“Un policía cuida a 300 personas, por eso la seguridad no es un asunto de Policía, es un asunto de todos. Las cámaras privadas se deben vincular y ya lo estamos haciendo a través de un proyecto de inversión en tecnología. Los vigilantes tienen 12 hombres que nos pueden y están aportando en materia de seguridad. Las capacidades se tienen que fortalecer desde el sector privado, porque desde el sector público no tenemos la capacidad de fuerza pública que requerimos”, dijo Melissa Franco, secretaria del interior de Bucaramanga.