A las 5:30 de la tarde de este miércoles, 23 de noviembre, una fuerte explosión aturdió a los residentes cercanos y a quienes transitaban por las afueras del municipio de Cimitarra en el departamento de Santander, rumbo a Puerto Araujo.
Una fábrica de pólvora terminó en llamas luego de que aquel fuerte estallido alarmara a la comunidad y las llamas rápidamente desataron una gran conflagración con una espesa capa de humo de al menos 8 metros y una llamarada de fuego de 5 metros.
Mientras los juegos artificiales del sitio explotaban de manera simultánea, las personas cerca al lugar corrían tratando de alejarse de la emergencia que pudo ser peor, pues la polvorería está ubicada al lado de una estación de gasolina.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, aún no se conoce la causa de la emergencia que dejó dos personas heridas con graves quemaduras, entre ellas, una mujer que fue trasladada al área de urgencias del Hospital Universitario de Santander, HUS.
El video de la explosión y el incendio ha sido difundido ampliamente en redes sociales y en ellos se evidencian los momentos de pánico que se vivieron a causa de la emergencia.
En Piedecuesta, Santander, uno de los municipios constituyentes del Área metropolitana de Bucaramanga, también se registra un grave incendio forestal, que ha destruido varias hectáreas.
Al parecer, las llamas habrían comenzado a expandirse desde la vereda Guatiguará y los organismos de socorro tratan de evitar que las llamas lleguen hasta otras zonas del municipio.
SEMANA contactó al director de la Unidad de Gestión de Riesgos de Santander, Fabían Vargas, quien indicó que justo en el momento atienden la gigantesca emergencia.
“Encontré todo en llamas”: avión accidentado en Medellín cayó sobre la casa de una mujer que se salvó por salir a hacer mercado
Doña Astrid, como fue llamada incluso por el mismo alcalde de Medellín, la mujer que sobrevivió de manera milagrosa a la tragedia ocurrida por el choque de una avioneta en el barrio Belén de esa ciudad en la mañana de este lunes (21 de noviembre) habló con SEMANA sobre lo sucedido, en medio del dolor por haber perdido todo, agradeció con asombro el estar con vida.
Como no es habitual, y ese precisamente es el inicio del milagro que la tiene con vida, Astrid Helena Córdoba Hernández salió pasadas las 9:00 de la mañana de su casa a hacer el mercado y, mientras hacía las compras, recibió la inesperada llamada de su vecina, que entre gritos y lágrimas le preguntaba por qué no había salido de la vivienda que estaba en llamas.
“Por allá, estando por allá fue que me di cuenta, porque la vecina me llamó a decirme que yo qué, que por qué no me veían salir como todo el mundo estaba saliendo de las casas, que yo dónde estaba, y yo no, yo estoy por acá en el parque Belén, y me dijo: ‘Astrid es que se está incendiando tu casa’”, comenzó diciendo Astrid.
Su primer pensamiento fue descartar que ella no había dejado nada conectado en casa para ocasionar un incendio, pero en medio del hecho y con mucho afán, su vecina le contó que se trataba de una tragedia.
Astrid, con 65 años, vive en el apartamento del piso tres con sus dos hermanos, quienes habían salido unos minutos antes que ella para irse a trabajar, dejándola sola en casa, sin imaginarse lo que se acercaba.
“La avioneta entró y destruyó las tres habitaciones que hay por la parte de atrás; el edificio (de) enseguida está en forma regular y el otro también, llegué y encontré todo en llamas. Ella venía por el lado de allá y al entrar colapsó fue con toda la parte mía, pero de las habitaciones, el lado de acá es el balcón, el corredorcito y la cocina, y ya ahí seguían las habitaciones. Allá no tengo nada que hacer, ahorita tengo que evacuar”, dijo Astrid mostrando su vivienda.
Las imágenes impactantes que vio Astrid al llegar a su casa retumban en su cabeza y sus expresiones a Dios son “Gloria a ti, Señor Dios mío”, “Gloria a Dios” y “Volví a vivir”.
“Yo dije, pero, ¿como así? Si yo no dejé nada conectado o nada así como raro, y me dijo: no algo pasó, algo pasó, su casa se está incendiando y hay una tragedia”, anotó la mujer.