Brayan Campo admitió ante la justicia colombiana que mató y ocultó el cadáver de Sofía Delgado, una pequeña de 12 años que fue reportada como desaparecida el pasado 29 de septiembre en el municipio de Candelaria, Valle del Cauca. La esposa del confeso homicida, Evelyn Rodas, entregó detalles desconocidos del proceso.
La pareja tenía una tienda de mascotas y era atendida por ambos. El domingo, día del crimen, estaba al frente del local Campo, quien instó a la menor de edad para que entrara al establecimiento comercial con la excusa de regalarle un collar para un perro. Ella ingresó y, según la secuencia que él mismo reveló, la asesinó con un elemento contundente.
Brayan empacó el cadáver de la víctima en costales y los arrojó en un cultivo de caña de azúcar. Tras la presión de las autoridades, él suministró las coordenadas donde estaban los restos, rodeados por las últimas prendas de vestir que usó la pequeña junto a las llaves de su casa, a donde iba a ir ese 29 de septiembre a sacar un champú para un perro.
“Era completamente normal”
Evelyn Rodas, de quien se sospechó que había participado en el crimen, contó a los investigadores que ese domingo s´´olo fue a la tienda de mascotas a dejar una calculadora y regresó a su casa. Durante el día, estuvo de compras e hizo el almuerzo para su familia, Campo comió y no mostró signos de alarma. Para esa hora, los detectives sospechan que ya había ocurrido el crimen, dado que la niña fue secuestrada hacia el mediodía.
Rodas afirmó: “Ese día se comió todo lo que le serví”. Después de comer, devolvió a la mamá de su esposa hacia su casa y regresó a la vivienda. Más tarde, le manifestó que tenía que ir donde el mecánico y tardó veinte minutos. Luego de la visita al taller, él se duchó y dedicó el resto del día a ver películas junto a su pareja, tal como ocurría los domingos.
Al día siguiente, Rodas llegó al establecimiento comercial y no encontró rastros de sangre ni ningún elemento que diera cuenta sobre un posible homicidio. Ante la pregunta de los detectives de cómo aseaba el sitio, ella respondió que solo usaba agua. Allí descubrieron fluidos biológicos que, tras cotejar con el ADN de la madre de la víctima, coincidieron con los de Sofía.
Las dudas
El rumor de la desaparición de la pequeña se expandió por todo el municipio. Evelyn Rodas usó sus redes sociales para ayudar en la búsqueda, sin tener presente que el responsable de toda la situación era el hombre con el que compartía la vida hacía dos años.
Rodas mostró inquietud cuando los uniformados empezaron a rodear sus movimientos. Ella le preguntó que si él tenía responsabilidades en el crimen y respondió que no, pero le indicó que pensaba que lo iban a involucrar por el expediente que tiene pendiente con la justicia desde 2018, también por un presunto delito sexual cometido con una menor de edad.
Ambos fueron capturados y, después de mucha insistencia, Brayan Campo terminó contando la verdad ante un fiscal del Valle del Cauca: admitió el asesinato, el secuestro y la desaparición; también dijo que su esposa no tenía responsabilidades y ella quedó en libertad, pero vinculada al proceso de investigación.
Campo se expone a una condena de hasta cincuenta años de prisión. Además del crimen de la pequeña Sofía, las autoridades judiciales también le desempolvarán las acusaciones que tiene desde 2018, por las que ya estuvo privado de la libertad durante catorce meses; salió de prisión semanas antes de que estallara la pandemia por covid-19.