En la mañana de este viernes 22 de septiembre, se registró un atentado terrorista en el corregimiento Potrerito del municipio de Jamundí, Valle del Cauca. El hecho dejó al menos cinco personas lesionadas, al igual que afectaciones en viviendas, vehículos particulares y una escuela.
Detalles preliminares señalan que, al parecer, un sujeto estacionó un carro en las inmediaciones de la estación de la Policía Nacional, donde segundos después se presentó la fuerte explosión que habría sido planeada y ejecutada por las disidencias de las Farc.
De acuerdo con las autoridades, se reportan daños en seis residencias, así como también en la fachada de la subestación de Policía y en la Institución Educativa Alfonso López Pumarejo. Por su parte, se investiga si hay víctimas mortales.
Un video conocido momentos previos a la explosión muestra las afectaciones que sufrió la sede educativa, donde por fortuna no había niños ni profesores, debido a que hoy se encontraban en día cívico por la muerte de la docente en el atentado en Timba.
“Cinco niños que se encontraban cerca de la zona del atentado sufrieron aturdimiento y están siendo atendidos en la red hospitalaria de Jamundí con cuidados y esperamos una pronta recuperación”, señaló en SEMANA Walter Camilo Murcia Lozano, secretario de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Valle.
Así mismo, el funcionario corroboró la información y dio a conocer en este medio cómo se perpetró este nuevo hecho terrorista. “La hipótesis sería que, como en la Policía y Ejército están activadas las alertas por la escalada terrorista que hemos vivido en el territorio, entonces hay unas vallas que impiden el acceso a las estaciones, buscando evitar afectaciones a las estructuras del Estado y ahí fue que se registró el atentado”.
Este municipio está ubicado a 15 minutos del corregimiento de Timba, Cauca, donde detonó otro carro bomba el pasado miércoles y dejó dos personas muertas. Los responsables fueron integrantes del Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, al mando de alias Iván Mordisco.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro informó que las acciones terroristas protagonizadas por el Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc en el sur del país son una retaliación por las operaciones que adelantan las Fuerzas Militares en el Valle del Micay, un extenso cañón donde se produce el 70 % de la hoja de coca de Cauca.
Este sector divide las zonas rurales de los municipios de Tambo y Argelia, sobre la cordillera occidental. Según las investigaciones adelantadas por el Ejército Nacional, allí delinque el frente Carlos Patiño, quien convirtió el territorio en “el principal acopio de la cocaína, el principal enclave del narcotráfico y corredor principal para sacar la droga hacia el Pacífico”.
Además de tener el control sobre las economías ilegales, algunas pruebas sostendrían que la guerrilla coaccionaría a la población civil con medidas de presión y prohibiciones para no afectar el negocio. Recientemente, se descubrió que les habrían limitado la libre circulación y habrían sido invitados para que atacaran a los militares que se acercaban al cañón.