Momentos de tensión y pánico vivieron los habitantes del barrio Obrero (comuna 9) de Cali en la madrugada de este jueves, 22 de diciembre, cuando fue detonado un artefacto explosivo en el CAI de Policía, ubicado en la carrera 10 entre calles 22 A y 23.
El hecho dejó una uniformada lesionada que fue trasladada hasta la Policlínica y ya estaría fuera de peligro; mientras que no se registraron daños materiales.
Por ahora, las autoridades investigan el hecho que se suma a los atentados registrados en el municipio de Jamundí, Valle, donde en menos de 24 horas se presentaron dos ataques terroristas. Primero, detonó un carro cargado con explosivos, en el kilómetro 1,3 de la vía que comunica a esta población con el corregimiento de Potrerito.
El mandatario de Jamundí, Andrés Felipe Ramírez, repudió en sus redes sociales las intimidaciones de los grupos armados a la población civil a través de la violencia y confirmó que el atentado no dejó pérdidas humanas ni heridos.
Tras este primer hecho, las autoridades tomaron tres medidas: restringir el parrillero hombre mayor de 14 años durante todo el día en el municipio, ofrecer una recompensa de hasta 25 millones de pesos por información de los responsables y reforzar el pie de fuerza y los operativos.
El alcalde de Jamundí también lanzó un comentario sobre la política de la paz total que impulsa el presidente Gustavo Petro con las organizaciones armadas que se encuentran al margen de la ley.
“La paz total no se puede construir a partir del miedo, la intimidación y las demostraciones de poder. El camino es el diálogo donde se teja paz territorial con oportunidades, justicia y presencia integral del Estado. ¡No más violencia!”, expuso Ramírez.
Lamentablemente, después fue lanzada una granada contra uniformados que estaban en el polideportivo, ubicado en el barrio Portal del Jordán, donde había un pelotón de la Policía Militar, al parecer, realizando controles.
SEMANA conoció que el ataque estuvo dirigido a soldados del Batallón de Policía Militar n.º 3 de la Tercera Brigada del Ejército y que no dejó heridos ni muertos, pero sí de daños materiales leves.
La zona donde fue lanzada la granada fue acordonada por las autoridades para la realización de las respectivas pesquisas.
En Jamundí hay una robusta presencia de las disidencias Jaime Martínez de las Farc. A este grupo armado se le han atribuido, además de la explosión del carro bomba de esta madrugada, diversos atentados contra la fuerza pública y amenazas contra la población civil, principalmente en las áreas rurales.
El carro bomba detonado fue cargado con indugel o nitrato, confirmaron los técnicos de la Policía que están al frente de las labores de peritaje en el lugar donde ocurrió la alteración del orden público.
El coronel William Quintero, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cali, indicó que esta información es parte de lo establecido hasta el momento por los técnicos de la institución y que el vehículo había sido hurtado en noviembre de este año en el corregimiento de Villa Colombia del municipio de Jamundí. La detonación se habría realizado por radiofrecuencia, según lo reportado por las unidades de antiexplosivos.
De acuerdo con los datos del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de esta institución, entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de 2022, en el municipio de Jamundí se cometieron dos ataques terroristas, ambos con granadas de mano. Mientras que la estadística en el resto del departamento del Valle del Cauca se multiplica.
En el mismo período de análisis, en esta región del país ocurrieron 19 protagonizados por organizaciones criminales, principalmente las disidencias de las Farc.
Las emergencias tuvieron lugar en las poblaciones de Andalucía, Cali, Yumbo, Jamundí, Tuluá, Buenaventura, Dagua y Tuluá. El blanco de la mayoría de las acciones fueron los integrantes de la fuerza pública.