Tremendo susto se llevaron los tripulantes de un avión de la aerolínea Latam, durante uno de los vuelos que salía este 8 de septiembre de Bogotá a la ciudad de Cali, cuando después de 10 minutos de vuelo el piloto decidiera regresar al aeropuerto el Dorado y desembarcar.

De acuerdo con información extraoficial, en el vuelo iba la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, quien abordó otro vuelo para llegar a la capital del Valle y cumplir su compromiso en la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas.

Sobre la emergencia se conoció que, al parecer, el piloto escuchó un ruido extraño, por lo que informó que de inmediato debían regresar a la pista, bajaron a todos los pasajeros y después los hicieron abordar otro avión.

¿Qué dice la aerolínea?

Desde la aerolínea Latam, encargada de la aeronave en la que ocurrió la emergencia, se pronunciaron después de mediodía de este viernes señalando que se trató de una situación presentada en la parte delantera del avión, que no se había retraído al despegar, pero que no se trató de una emergencia.

Boeing 777 de LATAM. | Foto: Nicolas Economou/NurPhoto

“Posterior al despegue en Bogotá, la aeronave que operaba el vuelo LA4061 en la ruta Bogotá-Cali tuvo una indicación de que el tren de nariz (parte delantera del avión) no había retraído. De esta manera la tripulación de mando decidió mantener el tren abajo y regresar a Bogotá, donde aterrizó sin ninguna novedad”, informaron desde Latam.

Y aseveraron: ”Es importante aclarar que en ningún momento se declaró la emergencia ni tampoco se solicitaron servicios de emergencia en el aeropuerto El Dorado. El avión aterrizó normalmente y en ningún momento la situación representó un riesgo para la seguridad de los 166 pasajeros o de la tripulación”, dijo la aerolínea.

Los pasajeros regresaron al aeropuerto El Dorado. | Foto: Guillermo Torres Reina

”Por su parte, los pasajeros fueron desembarcados en Bogotá y reiniciaron su viaje hacia Cali a las 13:20 hora local”, concluyó el corto informe sobre los hechos.

Medidas cautelares de la SIC contra Latam

El 2023 definitivamente no ha sido el año de las aerolíneas en Colombia. El inicio del año se vio empañado con la entrada en proceso de reorganización y posterior liquidación de Viva Air y Ultra Air, dos compañías que operaban vuelos de bajo costo.

El hueco que dejó en el mercado la salida de estos dos competidores no fue nada pequeño. Por ello, Avianca y otras aerolíneas tuvieron que asumir nuevos retos para transportar a los pasajeros afectados por la contingencia.

El CEO de la compañía aseguró que la decisión del ente regulador fue “un alivio”. | Foto: Nicolas Economou/NurPhoto

Tiempo después, las diferentes empresas aéreas empezaron a interesarse en los slots o espacios aéreos con los que contaban las compañías quebradas. Por ello, una guerra entre dos de las más famosas comenzó. Fueron Latam y Avianca las que empezaron una disputa.

Este problema inició con la denuncia interpuesta por Avianca ante la Superintendencia de Industria y Comercio, en la que alegaba que Latam estaba anunciando rutas en su página web sin tener el permiso para operarlas.

El argumento se basaba en que la aerolínea no tenía las autorizaciones en las franjas horarias que estipulan los reglamentos aeronáuticos colombianos, expedidos directamente por la Aerocivil.

Aseguraban que, por ejemplo, Latam actualmente estaba vendiendo nueve vuelos para la franja entre las 7:00 y 8:00 de la mañana, pero en realidad solo tenían autorización para seis vuelos.

Finalmente, la Superintendencia dio respuesta al requerimiento, imponiendo una medida cautelar contra Latam y ordenándole parar de inmediato la oferta, promoción y operación de vuelos con origen y destino Bogotá y en los horarios que no tuviera permiso.

Posteriormente, Latam se defendió y aseguró que Avianca busca únicamente aumentar su ventaja competitiva, imponiendo restricciones a otras aerolíneas y en “detrimento de los consumidores”.