Las autoridades de Jamundí y, en general, del Valle del Cauca continúan en alerta ante los recientes hechos de violencia que han dejando a más de 10 personas heridas, múltiples destrozos, temor y zozobra entre los habitantes.
Luego de la explosión de un carro bomba en el corregimiento de Potrerito, el cual fue orquestado por las disidencias de las Farc, al mando de ‘Ivan Mordisco’, en inmediaciones de la estación de la Policía, se realizó un consejo extraordinario de seguridad liderado por Iván Velázquez, ministro de Defensa, para tomar medidas al respecto.
“Las conversaciones que he sostenido con las víctimas y con personas de la comunidad, nos muestra una situación realmente dura y los temores que se generan con atentados como este. El propósito del Gobierno nacional es contribuir con todas sus capacidades para que esta situación tenga una pronta solución”, dijo el ministro Velázquez.
Por su parte, Andrés Felipe Ramírez, alcalde de Jamundí, aseguró que aunque la pronta respuesta del ministro de Defensa permitió realizar algunas gestiones necesarias y articular el trabajo entre las instituciones, en la región se requiere la presencia del presidente de Colombia, Gustavo Petro.
“Estamos solicitándole al presidente una mesa de trabajo, presencia en el municipio para que dialogue con los actores sociales y poder consolidar esas estrategias de fortalecer la justicia y adelantar la inversión social, que Jamundí esté incluido en la consolidación de la paz”, dijo el mandatario de Jamundí.
Y agregó que: “Presidente, reiterarle el llamado a que venga Jamundí. Nosotros hemos volcado toda la capacidad institucional para ofrecer en los territorios oportunidades para la gente. No es posible que Jamundí siga quedando por fuera de las estrategias de paz. Somos geográficamente estratégicos porque somos el municipio que conecta a Nariño y Cauca para ir al pacífico. Merecemos atención para resolver de fondo esta situación. No podemos perder más vidas en esta guerra que la gente no merece. No podemos esperar más. Presidente lo necesitamos en Jamundí”.
De las 12 personas afectadas, cinco presentan lesiones leves y siete problemas de aturdimientos, de estos cuatro son menores de edad.
Ante esta violenta situación, el alcalde indicó que “se han desplegado varias acciones, hay una recompensa de 70 millones de pesos para dar con los responsables de estos actos criminales. Se hará un refuerzo en el pie de fuerza, en especial en corredor del norte de Cauca y en los que van hace Guachinte y Ríoclaro, que afectan la seguridad y tranquilidad de los jamundeños”.
Así fue el atentado
Este hecho criminal pudo haber causado mayores estragos si no se hubiera tomado una serie de decisiones.
La primera fue la instalación de vallas metálicas en las inmediaciones de la subestación de la Policía Nacional como un filtro de seguridad. El terrorista no alcanzó a ubicar los artefactos al frente del comando, que, supuestamente, sería su principal objetivo.
Él lo parqueó a varios metros. La onda explosiva destruyó cinco casas y dos automotores. Los efectos también se sintieron en el colegio Alfonso López de Potrerito, afectando su infraestructura física sin mayores complicaciones.
Las aulas de clase estaban vacías porque la administración municipal tomó la decisión de cerrarlas este viernes a modo de solidaridad con los habitantes de Buenos Aires, Cauca, que perdieron a una profesora en medio de la explosión de otro carro bomba.
Así lo informó el secretario de Convivencia y Seguridad del Valle del Cauca, Walter Camilo Murcia Lozano: “Hoy, el señor alcalde había decretado, en atención a la muerte de la docente -también por un artefacto-, la calamidad. Por eso, hoy no era un día escolar”.
La Secretaría de Educación confirmó daños en las fachadas, colapso de los vidrios de las ventanas, los techos se soplaron y se desprendieron algunas luminarias. El vigilante de la institución, Marco Antonio Jaramillo, quedó herido y se encuentra en recuperación.