Con un rechazo rotundo a los actos vandálicos contra la maquinaria amarilla que adelanta la habilitación de vías afectadas por las lluvias en zona rural del municipio de Ginebra (Valle del Cauca), la Gobernación del departamento hizo un llamado a las comunidades para respaldar las acciones que buscan mejorar las condiciones de movilidad y a comprometerse con el cuidado de estos elementos necesarios para la recuperación de los corredores productivos.

“Se trata de una retroexcavadora que desde la semana pasada realiza labores de despeje de remoción en masa que se presenta en zona rural de Ginebra; la maquinaria estaba dispuesta para realizar trabajos de mitigación del riesgo específicamente en el sector de Regaderos. Los vidrios de la cabina del conductor de la retroexcavadora fueron golpeados y rotos con una barra”, señaló Francisco Tenorio, secretario de Gestión del Riesgo de Desastres del Valle.

Estos trabajos, precisó Tenorio, son muy importantes porque se trata de un corredor vial estratégico para la salida de productos agrícolas a otros municipios, “el llamado a la comunidad es valorar los esfuerzos que desde el Gobierno del Valle se adelantan para habilitar las vías”, manifestó.

Por su parte, el secretario de Seguridad y Convivencia Ciudadana del Valle, Camilo Murcia, dijo que el caso se encuentra en investigación por parte de la Policía Judicial y la Fiscalía General de la Nación.

Aprovechó para mencionar que hay más de 500 hombres del Ejército Nacional dispuestos en los diferentes corredores viales del departamento, “así como un componente de más de 600 de la Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional quienes garantizaron el cierre de fin de año y la primera semana de enero, para quienes deseen visitar la región”, dijo.

Entretanto, fue enviada a la cárcel banda delincuencial que extorsionaba a nombre de las Farc en el Valle. Un trabajo articulado entre el Gobierno departamental, Policía del Valle y Ejército Nacional, dejó la captura de cuatro adultos y la aprehensión de un menor de edad, los cuales intimidaban y extorsionaban en el municipio de La Unión, al hacerse pasar por integrantes de las extintas Farc.

“Se trabaja incansablemente para garantizar la seguridad y convivencia en el Valle, por lo que la captura de este grupo de delincuentes que generaban panfletos y extorsiones alusivas a las extintas Farc, ratifica el compromiso del Gobierno departamental con la tranquilidad de los vallecaucanos”, dijo Walter Camilo Murcia, secretario de Seguridad y Convivencia del departamento.

El funcionario también destacó la importancia de la denuncia ciudadana, pues la considera “eje fundamental de la lucha contra el crimen en el departamento del Valle del Cauca”.

Por su parte, el coronel Wilson Silva, comandante encargado de la Policía en el Valle, explicó que en el operativo fueron incautadas cinco armas de fuego y uniformes de uso privativo de las fuerzas militares, mientras el general William Fernando Prieto, comandante de la Tercera Brigada del Ejército, agregó que la reacción oportuna y el trabajo articulado entre las respectivas autoridades permitió que en menos de 24 horas se capturara a estas personas.

“El Gobierno departamental continúa con las acciones en sectores como Robles en Jamundí, Guacarí y La Unión, donde se han atendido los llamados de la comunidad ante posibles riesgos”, indicó Murcia.

De otro lado, la Fiscalía General de la Nación indicó que fueron asegurados con medida privativa de la libertad cinco presuntos integrantes del grupo delincuencial La Oficina o La Inmaculada, señalados de extorsionar a comerciantes avícolas en el municipio de Tuluá (Valle del Cauca).

La investigación da cuenta que un delincuente coordinaba desde la cárcel el envío de mensajes de voz y de texto amenazantes a estos empresarios a través de WhatsApp, al tiempo que les exigía pagar entre 100.000 y 400.000 pesos mensuales para no atentar contra sus vidas, sus familiares y sus negocios.

Otros integrantes de la banda se encargaban de hacer constreñimiento directo a las víctimas, entregándoles panfletos amenazantes y de recoger los pagos producto de las extorsiones.

Además, las autoridades lograron establecer que esta estructura pretendía monopolizar el mercado, pues con base en la intimidación buscaban convertirse en los únicos comercializadores avícolas de la región.