Los responsables de los asesinatos, con armas de fuego, de dos personas en el barrio Ciudad Pacífica de Cali, fueron capturados en diferentes lugares del país tras casi dos meses de investigación.
Los detenidos son tres hombres que se fugaron luego de los crímenes cometidos el 16 de abril de este año afuera de una unidad residencial y que estremecieron a la capital del Valle del Cauca.
Los autores de los crímenes tenían diferentes roles. Uno se encargó de transportar las armas en un vehículo para entregarlas a alias Steiler, un menor de 17 años, y alias El Duende, de 23 años, quienes fueron los encargados de disparar contra las víctimas.
El hombre que condujo el vehículo fue capturado en zona rural del municipio Virginia, Risaralda, a donde había llegado para esconderse de las autoridades, mientras que El Duende fue detenido en el puente internacional Rumichaca cuando buscaba huir hacia Ecuador. Por su parte, el menor de edad fue aprehendido en Cali.
Los capturados, al parecer, pertenecían a una banda delincuencial y fueron contratados en Cali para cometer los homicidios. “Los asesinatos podrían estar relacionados con un tema de narcotráfico y rentas ilegales en Buenaventura”, dijo William Quintero Salazar, subcomandante Policía Metropolitana de Cali.
Los capturados fueron dejados a disposición de la Fiscalía General de la Nación por los delitos de porte ilegal de armas de fuego, homicidio y falsedad material en documento público, y luego fueron presentados ante un juez de control de garantías que les dictó medida de aseguramiento intramural, es decir, los envió a la cárcel para que respondan ante la justicia privados de la libertad.
Las víctimas
Las víctimas de los sicarios en el barrio Ciudad Pacífica eran dos hombres que se movilizaban en un vehículo particular.
Uno de ellos fue identificado como Belman Soliman Canga, conocido como alias Chumbi, quien sería un comandante del frente Diomar Cortez de la Segunda Marquetalia, en Buenaventura. Este sujeto tenía orden de captura por los delitos de rebelión y homicidio.
La otra víctima se llamaba Arley Muñoz Porras, quien era un conductor que trabajaba con plataformas de transporte. Este hombre no tenía antecedentes judiciales y se presume que no tenía que ver con Soliman ni con las motivaciones de los sicarios.
En lo corrido de este año, de acuerdo con el Observatorio de Seguridad de Cali, han sido asesinadas 461 personas, trece más que en 2022. La mayoría de las víctimas (433) eran hombres y en el 77 % de los casos se usaron armas de fuego para cometer los crímenes.