En Buenaventura, Valle del Cauca, fueron capturados tres presuntos extorsionistas pertenecientes a las temidas bandas Los Shottas y Los Espartanos, las cuales han vuelto a enfrentarse, generando zozobra entre la comunidad.
Operativos adelantados por la Armada de Colombia, la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación permitieron la captura de estos sujetos en el distrito portuario.
De esta manera, alias Chacorta o Vacan, cabecilla de Los Espartanos, fue detenido en la comuna 5. Este sujeto tenía 10 años de experiencia delictiva y actualmente estaba bajo las órdenes de alias Mayapa, sindicado de secuestros, extorsiones, homicidios, venta de estupefacientes y desplazamientos forzados.
Contra Chacorta, quien tiene 34 años de edad, había una orden de captura por el delito de extorsión. Durante la operación le incautaron tres teléfonos celulares que resultarían claves en el caso en su contra.
Por el lado de Los Shottas fueron capturados dos sujetos en la comuna 10 de Buenaventura. A estos presuntos criminales, de 32 y 29 años de edad, los sorprendieron en flagrancia, pues estaban por recibir un dinero producto de una extorsión a un comerciante.
Los dos hombres, quienes delinquen bajo las órdenes de Diego Optra, acusado de secuestros, extorsiones, homicidios, microtráfico y desplazamiento forzado, iban a recibir tres millones de pesos por parte del comerciante. Les fueron incautados celulares y un vehículo.
Tanto los tres sujetos capturados como los celulares y el vehículo incautado quedaron a disposición de la Fiscalía General de la Nación por el delito de extorsión.
El obispo de Buenaventura, Rubén Darío Jaramillo, quien ha liderado las conversaciones entre Los Espartanos y Los Shottas para alcanzar treguas y acercamientos con el Gobierno para iniciar diálogos de paz, expresó su preocupación por el recrudecimiento de la violencia en Buenaventura y aseguró que, pese a los actos de violencia, las bandas criminales mantienen la voluntad de concertación.
“Buenaventura está pasando por un momento de crisis por la violencia que se ha desatado. Somos conscientes de las dificultades que hay en algunos sectores y los ataques y muertes de jóvenes. Hay que aclarar que estos jóvenes (de las bandas criminales) no han firmado un documento con el estado colombiano ni han hecho un acuerdo formal. Ellos siempre han tenido una actitud de buscar el fin de este conflicto y el fruto de esa situación nos llevó a tener ocho meses de relativa calma, pues se disminuyeron los homicidios y se quitaron algunas fronteras invisibles”, expuso Jaramillo.
A Los Espartanos y Los Shottas les atribuyen asesinatos, extorsiones, robos, venta de estupefacientes y la demarcación de fronteras invisibles para controlar el territorio.