Los ladrones a bordo de motocicletas se han convertido en uno de los principales problemas de inseguridad de Cali. Tanto así que las autoridades los han declarado “enemigos públicos” de la ciudad.
En las últimas horas, un presunto ladrón que usaba este vehículo para cometer sus fechorías fue detenido en el barrio Mariano Ramos. Según las indagaciones de la Policía, este sujeto, conocido como Gordo Rata, tenía azotadas tres comunas y haría parte de una red criminal dedica al hurto.
A Gordo Rata se le atribuye haber cometido, en promedio, tres robos diarios, en los cuales se apoderaba, principalmente, de dinero en efectivo, celulares y motocicletas.
Los hurtos los llevaba a cabo a punta de pistola, como sucedió en el barrio Salomia, donde le quito sus pertenencias a una familia, sin importar que hubiera menores de edad presentes.
“Se pudo evidenciar que en los eventos estuvieron implicados una motocicleta de alto cilindraje y un vehículo particular color blanco, pista que siguen las autoridades para llegar al centro de una red delincuencial con injerencia en las Comunas 5, 9 y 10 de Cali”, señaló la Policía.
El capturado tendrá que responder por el delito de hurto calificado y agravado. Un juez de control de garantías lo cobijó con medida aseguramiento intramural, es decir, lo envió a la cárcel.
“En lo corrido del año, en Cali, han sido capturadas 218 personas por el delito de hurto en sus diferentes modalidades y 153 por porte ilegal de armas de fuego”, añadió la institución.
Así operan los ladrones en moto
Cámaras de seguridad han dejado en evidencia el modus operandi de los ladrones a bordo de estos vehículos. En ocasiones, el hurto es a través de raponazo, y en otras, que son las que más preocupan, atacan en gavilla y fuertemente armados para cerrar cualquier posibilidad de escape de la víctima.
Hasta seis motocicletas le cercan el paso a ciudadanos que van a pie y a conductores. Después desenfundan armas traumáticas modificadas y piden, en medio de insultos, que les entreguen las pertenencias. El secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Jimmy Dranguet, le contó a SEMANA que estos grupos de ladrones antes de atacar, merodean la zona e identifican a su víctima.
Esta labor la hace una sola persona, quien luego da aviso a la gavilla para que procedan al violento robo. Las motocicletas que usan para cometer los hurtos son pequeñas y de bajo cilindraje, tienen placas modificadas o tapadas, están gemeliadas, es decir, tienen clonado el número de patente de otro vehículo, no cuentan con la documentación de rigor y muchas veces son robadas.
¿Cómo operan? Estas motocicletas con líos judiciales solo estarían siendo usadas en los momentos de los robos y escapes. Los ladrones salen de sus barrios de origen a bordo de vehículos con todo en regla para evitar levantar sospechas y llegan hasta guaridas concertadas donde tienen ocultas las motos destinadas a los hurtos. Una vez cometen los robos, se esconden en parqueaderos y bodegas.
Los ladrones están saliendo de las comunas 18, 20 (Siloé) y 21 (Aguablanca) a hacer de las suyas, principalmente, en las comunas 2, 17 y 19, asegura Dranguet. Sus horarios predilectos son entre las 5 y las 10 de la mañana y entre las 4 de la tarde y las 8 de la noche.
En este momento las autoridades tienen plenamente identificadas a tres bandas, pero podrían ser más. Según los perfilamientos que han hecho, los ladrones motorizados no se dedican de tiempo completo a las actividades delictivas, sino que lo hacen en espacios libres, pues la mayoría tendrían empleos convencionales. Cuando no están delinquiendo se dedican a la mensajería.
“Comenzaron como ladrones ocasionales para obtener dinero extra al de sus trabajos”, dijo el general José Daniel Gualdrón, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.