Las autoridades asestaron un duro golpe contra la banda delincuencial La Inmaculada, que delinque en Tuluá, Valle del Cauca, al capturar a nueve de sus presuntos integrantes. Entre los detenidos hay varios cabecillas que recibían órdenes de alias ‘Pipe’, un peligroso delincuente detenido en la cárcel La Picota de Bogotá.
La Inmaculada se ha ganado su fama criminal por las acusaciones de múltiples homicidios por encargo, extorsiones a comerciantes y ventas de estupefacientes.
Los cabecillas capturados son alias ‘El Zarco’, encargado del cobro de extorsiones; alias ‘Chinga’, quien coordinaba los sicariatos; y alias ‘Zeta’, el hombre que estaba a cargo de las finanzas de la organización criminal y el manejo de ocho expendios de drogas.
Alias ‘Materón’, una ficha importante para la venta de estupefacientes en pequeñas cantidades, también fue detenido.
Durante las capturas fueron encontradas ocho armas de fuego de largo y corto alcance, munición de diferentes calibres, estupefacientes, nueve celulares, siete sim cards, dinero en efectivo y dos motocicletas robadas.
Todos estos elementos, al igual que los nueve capturados, quedaron a disposición de la Fiscalía General de la Nación. Los presuntos integrantes de La Inmaculada tendrán que responder por los delitos de homicidio, porte y tráfico de armas de fuego, y porte y tráfico de estupefacientes.
¿Quién es alias ‘Pipe’?
Felipe Marín Silva, de 38 años y conocido como alias ‘Pipe’, no solo es el cabecilla de la banda La Inmaculada, sino también del comando asesino Mago (Muerte a Guardianes Opresores), responsable de los crímenes de funcionarios del Inpec en diferentes zonas del país.
Alias Pipe, detenido en la cárcel La Picota, en Bogotá, ha reconocido asesinatos de guardianes, amenazas al director del Inpec y el cobro de extorsiones.
En total se le atribuyen “39 asesinatos y siete tentativas de homicidio… y el descuartizamiento de, al menos, una de sus víctimas a quien arrojó al río Tuluá”, dijo la Fiscalía. Alias ‘Pipe’ es el cabecilla, de acuerdo con la investigación, del Mago y es quien ordena los asesinatos de los guardianes.
Es tan descarado y temerario que admite ser el responsable de enviar un desayuno bomba, con una granada, al director del Inpec tras los recientes operativos de control y lucha contra la corrupción en el Instituto. Una semana después remitió una amenaza escrita en la que advertía que, si pudo llegar a la oficina, llegaría hasta la casa del oficial y también de los funcionarios que trabajan junto con el director.
Las amenazas de alias Pipe llegaron incluso a los fiscales. A una funcionaria de la Fiscalía le repitió la dosis que le envió al director del Inpec: una granada en una encomienda adornada con globos de colores. Luego, un obsequio para advertirle que la “estaba enamorado”, una desfachatez que parece más bien una afrenta al Estado.
El cabecilla de La Inmaculada y el comando Mago, de acuerdo con los informes de inteligencia, ha dejado una estela de muerte por los centros de reclusión donde ha estado: Cómbita, en Boyacá; Picaleña, en Ibagué, y La Picota, en Bogotá. Cada vez que lo intentan trasladar, acude a la acción de tutela alegando el derecho a la vida. Les asegura a los jueces que lo quieren matar y ellos le creen, sin saber que es él quien ordena los asesinatos.