El incendio en el pabellón 8 de la cárcel de Tuluá, en la madrugada del martes, sigue causando conmoción y, de hecho, continúa cobrando vidas.

En la madrugada de este viernes falleció uno de los reclusos que estaba hospitalizado en Cali, incrementando el número de víctimas mortales.

El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses le confirmó a SEMANA que ya son 52 las víctimas que ha dejado el incendio dentro de la cárcel.

La más reciente víctima es un joven de 26 años que tenía quemaduras en más del 50 % de su cuerpo, identificado como Maicol Alexánder Mejía Angola, quien murió en la Clínica de Los Remedios.

En el lugar de la tragedia fallecieron 50 personas, según reportes entregados por las autoridades, y los otros dos fallecieron en clínicas de Cali. El primero el mismo día del incendio, pues tenía quemaduras en el 100 % de su cuerpo, y el segundo en la madrugada de este viernes, para un total de 52 víctimas.

A causa del incendio permanecen hospitalizadas 22 personas en centros asistenciales de Cali y Tuluá. “Están en muy malas condiciones, los pronósticos son reservados para casi todos ellos, sobre todo para los que tienen alto porcentaje de quemaduras. También tenemos otras personas que tienen afección pulmonar y siguen en unidades de cuidado intensivo”, explicó la secretaria de Salud del Valle del Cauca, María Cristina Lesmes.

El panorama para los hospitalizados es desalentador, pues “todos están en malas condiciones de salud”. Sin embargo, aclaró que ninguno de los pacientes que han llegado a los hospitales presentan heridas provocadas por arma blanca: “Solo hemos recibido personas con quemaduras y afecciones respiratorias, producto de la inhalación de humo en el incendio”.

De otro lado, Medicina Legal señaló por medio de un comunicado que los cuerpos que reposaban en sus instalaciones en Cali ya fueron plenamente identificados y están siendo entregados a los familiares “autorizados por el equipo de fiscales a cargo de las diligencias”.

Traslado de reclusos

El incendio ocurrido en la zona antigua del penal, la cual no cuenta con sistema para controlar este tipo de emergencias, derivó en la clausura temporal de los pabellones ocho, nueve y once. Vale resaltar que el diez está en aislamiento sanitario por un brote de varicela.

Además, la conflagración habría afectado la estructura del centro penitenciario, razón por la que las condiciones de seguridad no están dadas para mantener a los internos dentro de esas instalaciones.

En ese sentido, 350 reclusos fueron trasladados a diferentes cárceles del país ubicadas en Calarcá, Cartago, Ibagué, Manizales, Pereira, Armenia y Jamundí.

Después de una revisión técnica a las instalaciones del penal, la Procuraduría General de la Nación les solicitó a las autoridades “evaluar de manera inmediata la posibilidad de ordenar sellamiento de la estructura antigua del establecimiento carcelario”.

Con esta recomendación se busca salvaguardar la vida de los reclusos y de los funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) que trabajan en la cárcel de Tuluá.

Esta solicitud fue enviada formalmente este miércoles al director del Inpec, Tito Yesid Castellanos; al director de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec), Andrés Díaz; al director nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Eduardo José González; a la gobernadora Clara Luz Roldán, y al alcalde de Tuluá, John Jairo Gómez, y debe ser contestada en un informe detallado dentro de los próximos cinco días hábiles.