La edición 65 de la Feria de Cali a dado para todo, incluso, para hechos de intolerancia contra funcionarios públicos como el que sufrió un guarda de tránsito en la Autopista Suroriental, donde por estos días se realizan una serie de desfiles.
El funcionario estaba en esta importante vía de la ciudad haciendo su trabajo cuando un ciudadano, sin mediar palabra, lo aborda abruptamente y le lanza espuma en la cara. El incidente quedó registrado en un video.
Las imágenes muestran que después de la imprudencia el guarda de tránsito se ofusca y persigue al hombre, pero no llega a alcanzarlo.
Todo ocurre ante la mirada de varias personas que no reprochan el comportamiento y las risas de la persona que graba.
Tras la falta de respeto, circularon audios en los que se escucha a una persona intentando validar, poniendo como escudo la Feria, que va hasta el 30 diciembre, el lanzamiento de espuma -aun contra su voluntad- a todo aquel que salga a disfrutar de los eventos.
Esto dicen los audios: “Guarda que no quiera gozar la feria que se quede en su casa (...) Gente que no quiera que le echen espuma, no salga de su casa”.
La agresión al guarda de tránsito fue reprochada en redes sociales. Algunos recordaron que en Cali no existe, como en otros lugares del país, una tradición de celebración relacionada con el lanzamiento de espuma, por lo que se debe ser respetuoso con quienes salen a disfrutar de los eventos de la Feria.
“Culturalmente así se viven los carnavales en los municipios del Cauca y Nariño y no pasa nada, pero acá en Cali se debe tener más cuidado. El nivel de intolerancia nivel Dios podría causarse una tragedia”, dijo una internauta.
Otros aseguraron que, sin consentimiento, no se debe arrojar nada a desconocidos y que quienes deseen hacerlo se limitan a su grupo de amigos. “Pues en ese caso, échele espuma a sus acompañantes y no a los que van pasando. Ese es el problema de no tener límites y no tener en cuenta que cada individuo tiene su espacio personal. Todavía falta mucho por aprender”, expusieron en redes sociales.
Otros actos de intolerancia
Un alarmante caso de discriminación racial se presentó en pleno Salsódromo, uno de los eventos principales de la Feria de Cali. Lo que debía ser un momento de diversión se convirtió en un calvario para tres personas afrodescendientes.
El administrador de empresas y columnista de opinión bonaverense Jhon Jairo Caicedo denunció el incidente a través de sus redes sociales. Allí relató lo sucedido en la gradería 8 del evento.
“Junto a dos compañeras negras vivimos un acto de racismo en el que dos hombres blancos cuestionaron fuertemente nuestra participación y ubicación en una de las graderías. Estas dos personas mayores, con actos odiosos, racistas y crueles, prácticamente nos obligaron a abandonar la gradería 8 del Salsódromo cuestionando el valor que pagamos por estar ahí”, contó Caicedo.
Según explicó, estas personas los ofendieron con palabras y cuestionaron su presencia en el espacio. “Nos preguntaron qué estábamos haciendo ahí, nos dijeron que ellos pagaron por estar en ese lugar, que nos fuéramos, que no había espacio para nosotros”.
El ambiente se tornó tan hostil para ellos que optaron por salirse de esa zona de la gradería y buscar otro sitio donde ver el espectáculo. Caicedo asegura que ninguno de los presentes salió en su defensa o rechazo ante la discriminación a la que estaban siendo sometidos.
“Durante siete minutos hubo un rifirrafe ante la mirada de muchas personas que no hicieron nada (...) Las demás personas que llegaron y ocuparon el espacio que dejamos no fueron cuestionadas en ningún momento, se les permitió a estar con tranquilidad”, añadió.
Caicedo señala que decidió contar lo ocurrido para que las personas reflexionen sobre sus actitudes y posiciones, pues considera que la sociedad caleña sigue siendo racista y elitista.
El bonaverense no presentó ninguna prueba documental de sus afirmaciones porque prefirió no grabar o tomar fotografías para evitar inconvenientes mayores con los quienes cuestionaron su presencia en el Salsódromo.
“Fue un momento muy duro porque este era un espacio que debía ser de disfrute. Posteriormente, logramos ubicarnos en otro sitio, pero lamentamos tener que abandonar un espacio del que nos sentimos dignos de estar porque unas personas elitistas y racistas consideren que por ser negros no podemos compartir a su lado. Debemos siempre denunciar y reprochar el racismo. Esto no debe suceder en una Feria de Cali, que es un evento para todos”, concluyó Caicedo, quien no ocultó su dolor por las agresiones verbales sufridas.