La trucha y tilapia roja son los pescados más costosos en los últimos días en la capital del Valle del Cauca. Según los comerciantes de la galería Alameda de Cali, se ha incrementado este producto entre el 20 y 30 %. Por ello, tienen temor que por el alto costo de insumos como el pescado, su mejor época se decaiga.
“Estamos hablando de un 20 % de sobrecosto de lo que veíamos el año pasado. El pescado ha venido teniendo unos aumentos importantes en estos últimos días, como la trucha, tilapia roja y los camarones”, dijo a Blu Radio Pedro García, administrador de la Pesquera Valle Mar en la Galería Alameda.
El kilo de trucha es uno de los pescados más costosos. Hace aproximadamente dos meses estaba en $17.000 y ahora está alrededor de $20.000, en cuanto a la tilapia roja, el kilo pasó de estar en $9.500 a $12.000.
Otro de los productos que también va en aumento son los mariscos, como los camarones. Un kilo estaba en $38.000 y ahora pasó a $42.000.
Estos incrementos han hecho que los pasillos de los puntos de venta en la ciudad de Cali, últimamente, tengan poca afluencia de personas.
“Se acerca la Semana Santa, entonces súmale el incremento que viene teniendo semana tras semana el pescado, ha subido más de $4.000 el kilo”, afirmó a Blu Radio Luis Ocampo, comerciante de la Galería Alameda.
Recomendaciones que se deben tener antes de comprar pescado
En la página web del Ministerio de Salud y Protección Social aparecen consignadas algunas recomendaciones dirigidas a la población sobre las características que se deben tener en cuenta al momento de la compra y preparación del pescado.
- En primer lugar, estos productos deben ser adquiridos en establecimientos reconocidos y de confianza, que cumplan con las medidas sanitarias establecidas para su conservación y que garanticen las condiciones básicas de higiene. Así mismo, deben estar en capacidad de responder en caso de algún reclamo.
- Las manos de la persona que manipule el producto deben estar limpias y sin laceraciones o heridas en su piel; además, es recomendable que tenga una indumentaria que evite la contaminación del mismo.
- Los productos que se expenden al público en exhibidores abiertos deben mantenerse en cama de hielo; estos pescados deben tener un color característico, sin presencia de sangre u otras partículas que lo contaminen.
- En el carrito de compras, es recomendable separar las carnes, las aves y los pescados de las frutas y vegetales, colocándolos en bolsas plásticas para evitar que sus jugos goteen sobre otros alimentos.
Manipulación en el hogar
- En el momento de su preparación, se recomienda impedir la contaminación cruzada, manteniendo el pescado fresco, los mariscos, crustáceos y sus líquidos lejos de los alimentos listos para comer y demás superficies.
- Lavar bien las manos con abundante agua y jabón, antes de comer y/o de preparar alimentos, así como después de ir al baño, de cambiar un pañal o si ha estado en contacto con heces o vómito de una persona enferma o que se sospecha que lo está.
- Proteger los alimentos y las áreas de cocina de insectos, mascotas y de otros animales, guardando los alimentos en recipientes cerrados.
- Cocinar completamente los alimentos, especialmente carne, pollo y pescado.
- No dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de dos horas, ni descongelar a temperatura ambiente.
- Conservar las carnes, aves y pescados frescos en refrigeración o congelación; y evitar el consumo de pescados o mariscos crudos.
De igual manera, antes de comprar el pescado, el consumidor debe verificar que el producto cumpla con algunos aspectos físicos.
- El músculo del pescado debe ser firme y elástico al tacto, además, estar bien adherido a los huesos (espinas) y no desprenderse al ejercer presión con los dedos. De esta manera, se verifica que la carne no esté en descomposición o alterada.
- Las escamas del pescado deben estar completamente unidas entre sí, adheridas a la piel y evidenciando un brillo metálico. Si el producto presenta un color opaco o está viscoso, es mejor no adquirirlo.
- El olor es un punto clave a tener en cuenta. Si bien el aroma del pescado no es agradable para todas las personas, el hecho de oler a amoniaco o presentar señales de descomposición es un detalle vital al momento de comprar el producto.
- Los ojos deben estar presentes y ocupar toda la cavidad orbitaria. Además, deben ser transparentes, firmes, brillantes, salientes y de pupila oscura.
- La cavidad abdominal debe estar completamente desviscerada (sin vísceras) y limpia.
- Aletas en buen estado, completas, sin rasgaduras ni laceraciones o rupturas.
En caso de preferir productos enlatados, como el atún o las sardinas, la recomendación principal es verificar la fecha de vencimiento, así como constatar que el producto venga totalmente sellado, no presente ningún tipo de alteración y pertenezca a una marca reconocida.