Cuando patrullaban el sector Las Palmas del río Naya, zona rural de Buenaventura, Valle del Cauca, miembros de la Armada Nacional se enfrentaron en las últimas horas a un grupo de disidentes de las Farc.

El cruce de disparos se registró en medio de operaciones fluviales que las autoridades adelantan contra los grupos armados ilegales.

Disidentes de la estructura Jaime Martínez, que estaban en una ribera del río, hirieron a cuatro infantes de marina con disparos de arma de fuego y esquirlas en medio del combate.

Los heridos fueron evacuados en la embarcación en la que se transportaba la tropa. Ya en tierra, un helicóptero de la Armada Nacional los llevó hasta Buenaventura, donde reciben atención médica.

El coronel Wisner Paz Palomeque, comandante de la Brigada de Infantería No.2 de la Fuerza Naval del Pacífico, aseguró que aún hay tropas desplegadas en el área del enfrentamiento realizando operaciones para ubicar a los disidentes. “Estamos haciendo registros en el área con el objetivo de neutralizarlos o ponerlos a la orden de la justicia”, señaló.

“No hubo capturas en este enfrentamiento, pero sí se pudo incautar un material”, agregó. Se trata de una pistola 9 milímetros, un proveedor y cuatro cartuchos, y tres dispositivos GPS, que, según las autoridades, iban a ser usados en embarcaciones para llevar alucinógenos, dos teléfonos satelitales, dos radios de comunicaciones y dos paquetes que contenían marihuana.

La Armada Nacional aseguró por medio de un comunicado que profesionales están brindando apoyo psicosocial a los familiares de los infantes de marina heridos en combate. La institución también afirmó que continuará desarrollando operaciones “en contra de los grupos armados organizados que delinquen en la jurisdicción y pretenden afectar la tranquilidad de los habitantes de la región”.

Los grupos ilegales que operan en la zona rural de Buenaventura son señalados de ser responsables de enviar grandes cargamentos de estupefacientes, principalmente hacia Centroamérica, y de reclutar de manera forzada a menores de la región. También les atribuyen desplazamientos producto de su accionar delictivo.

Incautan 500 kilos de cocaína

Los delincuentes en su afán por transportar drogas sin ser descubiertos se valen de todo tipo de métodos. A pesar del ingenio al que recurren, siguen siendo descubiertos por las autoridades.

Uno de los casos más recientes se registró en aguas del Pacífico, en jurisdicción de Buenaventura, Valle del Cauca, donde tres hombres identificados como Carlos Arturo Hinestroza, alias Morocho; Efraín Arroyo Cadena, alias Punta; y Gerardo Angulo Vivero, alias Papo, fueron descubiertos con media tonelada de cocaína.

Para las autoridades resultó curioso que el estupefaciente estuviera camuflado entre pescados. Al ser Buenaventura una zona pesquera, los delincuentes buscaban pasar desapercibidos y despistar los controles de las autoridades, haciéndose pasar por trabajadores de la zona.

Sin embargo, el plan les falló cuando en medio de un operativo en alta mar, unidades de la Armada Nacional solicitaron a los tres sujetos detener la embarcación, la cual iba a toda prisa, para una requisa de rutina.

La orden no fue acatada por los tripulantes de la lancha, dando inicio a una persecución que terminó con la interceptación del vehículo marítimo.

Tras haberlos interceptado, las autoridades requisaron la lancha y encontraron el cargamento de cocaína. Hallaron que varios de los paquetes que contenían la cocaína estaban sellados con plásticos de color beige y marcados con el número 23, y que otra parte del cargamento estaba sellado con plástico de color negro y marcado con un águila.

La media tonelada de cocaína incautada por la Armada Nacional está avaluada en diez millones de dólares en el mercado ilegal internacional.

En el operativo adelantado por las autoridades, también fueron incautadas dos armas de fuego, dos dispositivos de GPS, un VHF marino portátil y 100 galones de gasolina.

La Fiscalía General de la Nación detalló que a los tres hombres les imputaron los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego y fabricación, tráfico y porte de estupefacientes agravado con fines de narcotráfico.

Por solicitud del ente acusador, un juez penal con función de control de garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario en contra de los tres imputados. En ese sentido, deberán enfrentar su proceso con la justicia tras las rejas.