Una peluquería ubicada en la avenida Roosevelt con carrera 41, en el sur de Cali; fue blanco de la delincuencia el pasado lunes.

En las últimas horas, los dueños del establecimiento comercial denunciaron que un hombre forzó las puertas y entró a hurtar los implementos de trabajo, celulares y dinero en efectivo, alrededor de 23 millones de pesos. El hecho se habría reportado a las 11:00 p.m. cuando aún se encontraban laborando en el lugar; por fortuna, ninguna persona resultó lesionada.

Lo más insólito del caso, según la comunidad, es que el presunto ladrón es conocido en el sector. A pesar de que está identificado y se han puesto las respectivas denuncias en la Fiscalía General de la Nación, el sujeto no ha sido capturado por las autoridades.

Asimismo, se conoció que el hombre se dedica a robar a transeúntes en el concurrido sector de Santiago de Cali. Lo mismo que autopartes de vehículos que se dejan parqueados en la zona.

Hasta el momento, las autoridades no se han pronunciado sobre este nuevo hecho de hurto, el delito que más atemoriza a los caleños. Y es que a diario se registran robos en la capital del Valle; uno de los más recientes se reportó en la iglesia San Miguel Arcángel, ubicada en el barrio Guayaquil, centro de la ciudad de Cali, donde tres delincuentes aprovecharon la oscuridad de la madrugada para subir por la parte externa del templo, a través de una escalera metálica, y robar el letrero del santuario.

Dos de los tres hombres que treparon para robarse las letras alcanzaron a escapar, mientras que uno de ellos no contó con la misma suerte.

“Una persona se estaba llevando las letras de la parroquia, las cuales están hechas en bronce; subió a la torre y nos hizo ese robo. Todo empezó como a las 3:00 a.m., cuando el vigilante de la cuadra me llama y me dice que se habían robado las letras. Me levanté y miré y pensé que ya no se podía hacer nada, porque no se veía el ladrón. Como a las 5:30 vuelve y me llama y me dice que el ladrón estaba allá arriba. Entonces, yo subí con una escalera, pero seguía sin verlo. En ese momento decidí llamar a la Policía”, relató Nelson Rodríguez, párroco de la iglesia, a Caracol Radio.

Una vez llegó una patrulla de la Policía, los uniformados treparon la torre y corroboraron que efectivamente el delincuente seguía trepado en ese lugar. Por su parte, el párroco no lo vio en ningún momento, porque estaba escondido en la cornisa.

Finalmente, el sujeto bajó de la parte más alta de la torre y fue capturado por los agentes, quienes lo condujeron a una estación. SEMANA conoció que no habrá denuncia contra el hombre, por lo tanto, se puede esperar que quede libre en las próximas horas.

De las 27 letras que conformaban el letrero “Parroquia San Miguel Arcángel”, se alcanzaron a llevar más de la mitad. No obstante, algunas han sido recuperadas. “Hemos recuperado 5, faltan 12″, dijo el párroco.

El religioso asegura que los feligreses no dejarán desamparado el templo tras el robo y donarán recursos económicos para adornar nuevamente la fachada con el nombre de la parroquia. “Ahora viene la colaboración de la Junta de Acción Comunal de la zona. Me dijeron que nos van a colaborar para restablecer el letrero”, expuso.

Esta no es la primera vez que arremeten contra el aviso de la iglesia San Miguel Arcángel, pues en otra ocasión se llevaron una letra. El párroco estimó el valor de cada de letra de bronce en $180.000 pesos.