A los ya suficientes problemas de movilidad en el sur del país por los derrumbes sobre la vía Panamericana, en Rosas, Cauca, se sumó una grave denuncia que estaría afectando a camioneros.
Al parecer, uniformados de la Policía Nacional estarían aprovechando que tras los derrumbes quedó habilitada solo una ruta alterna para cobrar dádivas económicas a cambio de dejar pasar los vehículos por la vía La Vega.
Al parecer, los policiales estarían exigiendo desde $70.000 hasta $200.000 por vehículo. “El decir de ellos es que la Gobernación del Cauca hizo un llamado que solo pueden pasar carros de tres toneladas; pero los vehículos se amontonan, unos 12 o 14 camiones, y ellos les van diciendo que hay 100 maneras de arreglar las cosas”, denunció uno de los transportadores, quien además aseguró que dan paso por fuera del horario establecido, ya sea bien temprano en la mañana, o luego de las 7:00 p.m.
Los camioneros insisten a las autoridades dar celeridad a esta situación, ya que utilizan la carretera del municipio de La Vega, vía por donde no se han establecido restricciones.
Por su parte, el comandante del Departamento de Policía, coronel José Ricardo Archila, no dudó en responderle a los transportadores; les solicitó hacer las respectivas denuncias ante la Fiscalía General de la Nación.
“Vamos a actuar con Tránsito y Transporte a verificar qué es lo que está sucediendo, pero hasta el momento se ha tratado de tener máxima transparencia en estos procedimientos”, sostuvo.
Asimismo, recordó que por la vía alterna La Depresión – La Sierra – Rosas no está permitido el tránsito de vehículos de carga pesada, por disposición del Ministerio de Transporte.
Dicha carretera es un tramo fangoso, por el que solo deben transitar automotores livianos, que extiende el tiempo de viaje en varias horas y en el que han quedado atrapados vehículos de carga pesada. Trancones de hasta dos kilómetros se han registrado para poder acceder a dicha carretera.
Cabe recordar que representantes de las comunidades indígenas que viven en la zona afectada se reunieron con los gobernadores de Cauca y Nariño, y en compañía del consejero presidencial para las Regiones, Luis Fernando Velasco, el ministro Guillermo Reyes escuchó las preocupaciones de quienes han padecido los estragos del derrumbe en jurisdicción de Rosas y que dejó un vasto sector del departamento de Cauca incomunicado.
Según Velasco, la vía podría abrirse en un mes. “La vía está bastante avanzada; tenemos la variante de dos kilómetros y aspiramos a que entre 20 y 30 días ya esté habilitada”, afirmó.
A causa del fenómeno natural, miles de caucanos han tenido que enfrentar desde desabastecimiento de alimentos y víveres hasta la separación de sus familias, y una crisis comercial sin precedentes, en medio de una temporada invernal que no da tregua.
El Ministro reconoció que es necesario redoblar esfuerzos para hacer una intervención más rápida y acordó con los indígenas que no adelantarían el bloqueo de vías que anunciaron como forma de protesta ante la desesperada situación que enfrentan.
Diversos cabildos indígenas decidieron interrumpir el paso de vehículos en diversos sectores del departamento de Cauca, para forzar la presencia de una delegación oficial de alto nivel que los escuchara para expresarle de primera mano la debacle que están padeciendo.
“Dialogamos y concertamos, así se construye la paz total, no se construye desde lo escritorios; las comunidades han expresado con justo derecho su intención de bloquear las vías de acceso a El Tambo porque se sentían excluidas, porque sentían que muchas de las cosas que pedían de intervención del Estado, concretamente en el tema vial, no se dan”, aseguró Reyes.
Tras conjurar el bloqueo, el ministro se comprometió con los gobernadores de los departamentos afectados y con los líderes de las comunidades indígenas y los habitantes del sector a poner manos a la obra y anunció la intervención directa del Instituto Nacional de Vías, Invias, para garantizar que las carreteras afectadas comiencen a superar los escollos generados.