Son ocho los presuntos integrantes de la columna móvil Libardo García de la disidencia de las Farc Segunda Marquetalia los que se rindieron y entregaron voluntariamente a las autoridades en Buenaventura, Valle del Cauca. Su entrega fue posible con la intervención de la Armada Nacional y la Defensoría del Pueblo.
Tras entregarse, los disidentes guiaron a las tropas de la Armada hasta un depósito de armas que tenían en la comuna 12 del distrito portuario.
En el depósito fueron hallados 21 fusiles, una ametralladora, una carabina calibre 22, un lanzagranadas, cinco granadas, 6.767 municiones de diferentes calibres, 95 proveedores de diferentes calibres, nueve detonadores eléctricos, cuatro metros de cordón detonante y un kilogramo de explosivo tipo anfo.
Los disidentes también entregaron cinco radios de comunicación, diez antenas para radio, 24 chalecos multipropósito pixelados y un brazalete alusivo a la Segunda Marquetalia.
“Los sujetos que se entregaron se encuentran en custodia de la Armada, se les han respetado sus derechos, brindado garantías, han tenido acompañamiento de la Defensoría del Pueblo y la Pastoral Social. Además, serán beneficiarios de las posibilidades que ofrece el reintegro a la sociedad civil”, dijo José Manuel Arboleda Michaels, segundo comandante y jefe de Estado Mayor de la Brigada de Infantería de Marina n.° 2.
Según información de inteligencia de la Armada, estos disidentes de la Segunda Marquetalia tenían azotados los ríos Yurumanguí, Cajambre, Raposo y Mayorquín. En estos lugares de la zona rural de Buenaventura se enfrentaban constantemente con la disidencia Jaime Martínez por el control de las economías ilegales. Dichas confrontaciones han generado masivos desplazamientos hacia el casco urbano de Buenaventura.
“Con el sometimiento de estos sujetos se logra afectar contundentemente la estructura criminal y sus economías ilícitas en la zona rural de Buenaventura al dejar de recibir las ganancias por el tráfico de estupefacientes y el cobro de extorsiones en el sector. Asimismo, se niega la expansión de la Segunda Marquetalia en el litoral Pacífico”, agregó Arboleda.
A finales de abril, el panorama de desplazamiento en la zona rural de Buenaventura se agravó por cuenta de la salida forzada de más de 200 personas debido a los enfrentamientos de grupos armados por el control del territorio.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, 266 personas llegaron al casco urbano de este distrito portuario huyendo de los combates que el ELN y la disidencia Jaime Martínez de las Farc libraron en la vereda Bocas de Mayorquín.
La población afectada pertenece al Consejo Comunitario Mayorquín y actualmente está recibiendo ayuda de familias que los han acogido. El ente constató que los desplazados pertenecen a 124 familias integradas por 111 mujeres, 57 niños y 50 niños.
Según el Clúster de Protección Colombia y el Grupo Interagencial Sobre Flujos Migratorios Mixtos, 20.378 personas tuvieron que salir, el año pasado, de manera forzada de la zona rural del distrito portuario por cuenta de la presencia de grupos armados.
La situación es alarmante: en la zona rural del distrito portuario viven, de acuerdo con Buenaventura Cómo Vamos, 73.179 personas, lo que se traduce en que cerca del 28 % de la población fue víctima de desplazamiento en los últimos meses.
Las comunidades que habitan las riberas Bahía Málaga, Calima, Dagua, Anchicayá, Raposo, Mayorquín, Cajambre, Yurumanguí y Naya están en jaque.