Con una grata sorpresa se encontraron los socorristas del Cuerpo de Bomberos de Cali al atender un llamado de la comunidad.
Hasta el sur de la ciudad se desplazaron cuatro voluntarios para atender una solicitud de rescate animal, sin pensar que presenciarían una tierna escena. Al llegar a la calle 56 con carrera 85C, donde se lleva a cabo una obra de construcción, los bomberos se toparon con dos armadillos.
Los socorristas procedieron a rescatarlos para llevarlos a un hogar de paso y de esta manera someterlos a una evaluación en su estado de salud y luego devolverlos a su ecosistema. Pero, antes de esto, decidieron posar junto a los animales, los cuales estuvieron muy tranquilos, para inmortalizar el momento.
La obra donde fueron encontrados colinda con áreas boscosas, razón por la cual los armadillos pudieron haber llegado provenientes de estos espacios.
“A la fecha van 888 animalitos rescatados por nuestros Bomberos Voluntarios de Cali, quienes hacen cualquier cantidad de maniobras para rescatarlos de los caños, paredes, redes de energía o árboles altos. Hemos tenido casos tiernos como el de Goliat, un pitbull al que le dio miedo bajar las gradas. Cada caso nos llena de amor, alegría y a veces tristeza”, aseguró la institución.
Los armadillos son especies exclusivas del continente americano y muy característicos de los Llanos Orientales de Colombia. Se diferencian de otros mamíferos principalmente por su caparazón, el cual está formado por placas óseas y escamas córneas, fuertes extremidades dotadas de garras para cavar y una cola prolongada.
Variedad de especies
En Colombia existen seis especies de armadillos de las 21 reportadas a nivel mundial; sin embargo, en el Meta y los Llanos se encuentran cinco de ellas, cuatro de las cuales están en el nivel de preocupación menor, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Se trata del armadillo sabanero (Dasypus sabanicola), el armadillo montañero (Dasypus nevemcinctus), el espuelón (Dasypus kappleri) y el coletrapo (Cabassous unicinctus), mientras que el ocarro (Priodontes maximus) se mantiene en estado vulnerable.
Según información dada a conocer por la Fundación Omacha en la cartilla ‘Los armadillos de los Llanos Orientales de Colombia’, estos animales tienen un gran valor para los ecosistemas. Por su gran habilidad de cavar, ayudan a que el suelo se oxigene, se evite su compactación, se mejore el drenaje del mismo y que el ciclo de nutrientes sea más eficiente.
Por otro lado, también podrían favorecer la descomposición de la materia vegetal al ser dispersores de hongos u otros microorganismos que aceleran este proceso. Así mismo, ayudan a controlar poblaciones de insectos como las termitas y las hormigas.
Otro valor agregado de los armadillos es que sus madrigueras sirven de refugio a otras especies silvestres, como por ejemplo roedores, reptiles y aves. De igual forma, sirven de alimento para aves de rapiña, zorros, pumas, jaguares y el perro de monte. La dieta de los armadillos está compuesta principalmente por lombrices e insectos como los escarabajos, abejas, arañas y larvas, entre otros, pero también de materia vegetal, frutos y raíces.