Las autoridades están tratando de descifrar lo que hay detrás del homicidio de Luis Ernesto Ospina Palacios, un reconocido líder del Partido de la U y contratista de la Gobernación del Valle del Cauca.
Su cuerpo apareció sin signos vitales a las afueras de una finca ubicada en el municipio de San Pedro. Al parecer, fue abordado por sicarios que le dispararon en repetidas oportunidades y luego huyeron del sitio.
El secretario de Seguridad del departamento, Camilo Murcia, reveló que la víctima tenía un esquema de protección que lo blindaba de las supuestas intimidaciones que habría recibido en el pasado.
Sin embargo, en el momento en que ocurrieron los hechos, no estaba acompañado por sus guardaespaldas, elemento que también está siendo investigado por las unidades competentes.
“Contaba con esquema de protección, dos hombres escoltas que lo acompañaban en sus quehaceres, pero, en un momento, sale sin su esquema y es ahí cuando atentan contra su vida”, dijo el funcionario.
Ospina Palacios era contador público y tenía una especialización en auditoría forense, conocimientos que le valieron para tener un puesto en la Gobernación del Valle del Cauca y tener reconocimiento al interior del Partido de la U.
Desde esta corporación política, lamentaron el desenlace de su historia: “Expresamos nuestras más sinceras condolencias por el asesinato de nuestro líder Luis Ernesto Ospina Palacios en San Pedro, quien militaba en nuestra colectiva desde 2020″.
Según el Sistema de Información Estadística, Delincuencial, Contravencional y Operativa de la Policía Nacional, en lo que va corrido del año, en este departamento han muerto de manera violenta cerca de 1.114 personas.
Alerta en el Valle del Cauca por los homicidios
La Defensoría del Pueblo advirtió un recrudecimiento de la violencia en el departamento del Valle del Cauca. Según el organismo, son alrededor de 800 asesinatos ocurridos en este departamento durante los primeros siete meses del año. Tan solo en Cali ocurrieron 576 homicidios; en Tuluá, 96, y en Jamundí, 72.
Reforzar medidas en Cali, sus alrededores y todo el departamento del Valle del Cauca es el nuevo llamado del organismo ante la ola de violencia que ha venido en aumento en los últimos meses. Son nueve masacres las registradas en lo que va de 2023, hechos lamentables en los que han perdido la vida 29 personas.
La Unión, el 15 de enero (tres personas ultimadas); El Cerrito, 16 de febrero (tres); Cartago, 25 de febrero (cuatro); Jamundí, 30 de mayo (tres); Ansermanuevo, 12 de junio (tres); Buenaventura, 17 de junio (tres); Cali, 29 de junio (tres); Tuluá, 3 de julio (cuatro), y Buga, 13 de julio (otras tres personas).
“Los derechos de la población civil están siendo violentados. Van desde el aumento de atracos, un sinnúmero de hechos violentos, agresiones basadas en género, masacres, entre otras acciones criminales. Es obligación de la institucionalidad ponerle freno cuanto antes a tanta barbarie”, señaló el defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis.
Lideresas y líderes sociales y personas en proceso de reincorporación también han sido objetivo de los grupos armados ilegales en el departamento y la capital en el mismo periodo relacionado.
La Defensoría reportó que en Ginebra, el 7 de enero, hubo una persona asesinada; en Cali, el 26 de febrero y el 9 de marzo (dos homicidios); en Buenaventura, 9 de mayo y 6 de julio (dos); Tuluá, 15 de junio (uno); Jamundí, 5 de julio (uno), y Florida, 24 de julio (uno), el equivalente a ocho homicidios.